Asamblea nacional

Miguel Méndez Guerrero

Hoy se inaugura un nuevo período de la Función más importante del Estado que es la encargada de Legislar y Fiscalizar los actos de las funciones públicas de mi país.

Pero como siempre nos aprestamos a las negociaciones para ocupar la Presidencia, dos Vicepresidencias, el Consejo de Administración CAL, las Comisiones de acuerdo, no a los intereses de las grandes mayorías sino a los intereses de los partidos o movimientos políticos en las bancadas que se forman solo con este objetivo.

Cientos de funcionarios y empleados abandonan la Asamblea y llegarán miles de nuevos “sabios” en algunos casos a ocupar las oficinas que en cuatro años dejaron más “basura” que limpieza porque los Asambleístas y sus asesores, se van con menos del 2 por ciento de credibilidad y trabajo.

Por los pasillos de la Asamblea Nacional ya se ven desfilar, asesores de imagen, de redes sociales, de fotografía, acompañantes, acompañantes de los o las acompañantes a engrosar la burocracia dorada en plena crisis económica y pandemia que en definitiva no aportarán mayormente al desarrollo de la legislación ecuatoriana pero sí posiblemente a mejorar el “estatutos” y la economía de pocos en provecho de todos.

No es culpa a veces de los nuevos empleados, es culpa, del sistema y de la vanidad de quienes llegan por el voto popular a ocupar ciertas funciones a veces inmerecidamente, pero llegaron y hay que esperar que por lo menos hagan presencia y presenten proyectos que vayan en beneficio de la salud, educación, vivienda, bienestar, paz, seguridad, que aunque no les tomen en cuenta por lo menos se esforzaron en “copiar” y o redactarlos.

En el otro ámbito del Ejecutivo, sus seguidores ahora se encuentran en campaña para ocupar los “puestitos”. No se olviden que también es corrupción, aceptar una designación sin esta preparados.

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