Me quedo en Latacunga

La Cámara de Comercio de Latacunga ha propuesto una campaña dirigida a la ciudadanía para que nos mantengamos en la ciudad. Loable propuesta que debió ser acogida e impulsada por las autoridades de los denominados gobiernos provincial, cantonal y parroquiales.

Creo que una campaña motivadora, como la propuesta, tendría enorme acogida en los medios de comunicación públicos, con espacios gratuitos, especialmente la TV, radio y periódicos. Sí, me quedo en Latacunga para respaldar las buenas ideas y acciones.


Me quedo en Latacunga para ver en acción a los planificadores municipales diseñando la nueva ciudad hacia el Sur, Oriente y Occidente, con un trazado urbano que se proyecte para los próximos cincuenta años, con grandes parques de recreación familiar, escenarios para espectáculos públicos masivos, amplias avenidas…Me quedo en Latacunga para verle junto a, Pujilí y Salcedo formando una metrópoli, moderna, acogedora.


Sí, me quedo para ver que se respete su Centro Histórico, que será lo mejor que tengamos que enseñar al mundo respecto de lo que fuimos y de dónde provenimos. Para ver el rescate de la plazoleta de La Merced y el derrocamiento de ese mercado inútil y nauseabundo que ofende la dignidad de los latacungueños.

Para verle al parque La Filantropía con el verdor de sus plantas y hermosura de sus jardines, conjugando el aroma de sus flores y la imponencia de los árboles centenarios con la casona de la Dirección de Salud; lugar único para el ornato y su significancia, que no puede ser destruido con un cajón de bloques y cemento, “diseño y faena” de algún peón de obras públicas municipales.

Sí, me quedo para ver a los alcaldes inaugurando grandes obras y no la apertura de una puerta en un mercado. Para no volver a ver urbanizaciones privadas ni cárceles y hospitales al filo del Cutuchi.

Me quedo en Latacunga para ver y admirar a los latacungueños que surgen por sus propios méritos y capacidades y no están a expensas de burócratas neófitos.