Injusticias en la UTE-LVT

Ninguna institución en el mundo podría lograr el éxito total para decir que en lo que tiene relación con el campo administrativo es del 100% y es que es lógico que queda un margen para el error, porque las personas somos sujetos imperfectos por su naturaleza humana. Entendido así podrían pasarse por alto algunas fallas siempre y cuando no sean cometidas por la mala fe y el odio recalcitrante de los que la gobiernan.


En la UTE-LVT laboró el profesor colombiano Ángel Biojó especializado en la materia de Inglés, que fue llamado por Benito Reyes que ejercía la función de rector a mediados de 2007, con la finalidad de que elaborara un proyecto para iniciar un programa de idiomas computarizado y asistido por profesores especializados, para funcionar en modernas y apropiadas instalaciones del centro de la ciudad de Esmeraldas, bien iluminado, seguro y acogedor abierto a toda la comunidad esmeraldeña, desde las 07:00 hasta las 20:00 todos los días hábiles del año.


Este proyecto era muy ambicioso porque integraría a la UTE-LVT con la comunidad que podrían ir niños desde 10 años en adelante para aprender Inglés y conseguir su título de suficiencia al término de 10 niveles del programa completo. Todo marchaba bien y tal como señala el profesor, se inauguró “con bombos y platillos” en la Casa de la Cultura y, según Reyes, el mismo profesor sería el encargado de la dirección a partir del 18 de abril de 2011.

Luego, sucedió en el Rectorado Luis Pacheco, que para la época que estamos indicando ya ejercía la autoridad teniendo como acompañantes en el Vicerrectorado Administrativo a Guillermo Mosquera (su opositor) y en el Vicerrectorado Académico a César Saavedra.


Hay que señalar que Biojó también envió el oficio de su designación a todos los decanos de las distintas facultades, al Presidente de la Asociación de Estudiantes, a la Procuraduría General del Estado, a Contraloría y Fiscalía General de la Nación y también al Consulado de la República de Colombia, todo lo cual obedecía a que no querían reconocerle sus emolumentos devengados por su trabajo constante que a diario ejercía.

La comunicación que cursó el agraviado al llegar a las manos del rector Pacheco ocasionó disgusto porque Biojó solicitaba que vinieran profesores extranjeros para reforzar el proyecto, pero la autoridad dijo que él era nacionalista y que no podía permitir que viniera “esa gente porque le quitaban el trabajo a los esmeraldeños”.