Historia real

No es una película de ficción. El título lo explica: se trata de una ‘Historia real’, que reconstruye lo que sucedió con Michael Finke, periodista estadounidense que manipuló información en un artículo publicado por la revista National Geographic, en julio del 2007.


Su trabajo ¿Es Yossouf un esclavo? era una crónica sobre las condiciones de vida y de trabajo de un joven en una plantación de cacao en Costa de Marfil. El detalle es que aunque el personaje de este relato sí existía en la vida real, el reportero se valió de las experiencias de varios chicos para reconstruir lo que ocurría con el protagonista.


Las secuencias de tiempo, espacios y hechos no fueron reales: eran exageraciones del autor para que el texto fuera más atractivo e impactante. La estrategia de Finke quedó al descubierto y fue despedido del ‘New York Times’, diario en el que colaboraba regularmente.


La reputación que había logrado como profesional, a través de reportajes impecables, se vino abajo en un segundo.


Al día siguiente estaba en su casa, contactando a conocidos para que le dieran la oportunidad de volver a escribir. En medio del caos, se entera de que un asesino está suplantando su identidad y que al ser capturado pide hablar con él. La sed de una buena historia lo lleva a indagar más.


La cinta ‘Historia real’ pone en evidencia los dilemas éticos que enfrenta un periodista, entre ellos –y quizá uno de los más riesgosos– el hecho de conocer a otra persona, acompañarla y descifrar sus intenciones. El error que cometió en la publicación sobre el joven de Costa de Marfil persiguió hasta el final a Finke, quien a la fuerza aprendió que –como diría Ryszard Kapuscinski– el “oficio está lleno de misterios frente a los cuales no tenemos respuesta. Siempre empezamos de nuevo. Siempre estamos en una situación de aprendizaje”.


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