¡Se salieron con la suya…!

El 3 de diciembre, las 15 reformas a la Constitución de Ecuador fueron aprobadas por la Asamblea Nacional con el voto de 100 asambleístas oficialistas. Mientras que la oposición hizo su cuartel general en el parque El Arbolito y en el hotel Tambo Real.

En este paquete de reformas constaron aspectos de poca relevancia como corregir el error gramatical entre las palabras previsional por provisional a los fondos del IESS; la edad presidencial; conformación de regiones que el Código de Ordenamiento Territorial (Cootad) establece; y Defensoría del Pueblo, que los asambleístas desestimaron enmendar.

La mayor atención de la ciudadanía apostó por el rol de la Contraloría que se la priva de auditar la gestión en una institución; considerar a la comunicación social como servicio público, para disponer de ella al libre albedrío del gobierno de turno; establecer que las Fuerzas Armadas participen supuestamente para apoyar a la seguridad integral del Estado; privar al sector público de la contratación colectiva y de las consultas populares que se las podía realizar sobre cualquier asunto y, sobre todo, la reelección indefinida a partir de 2021, deslegitimada por ser patriarcal y caciquesca, superadas por la humanidad.

Cedatos -encuestadora de opinión- señala que el 87% de los ecuatorianos pidieron ser consultados y únicamente el 7 % mediante la Asamblea Nacional. Se continúa provocando insensatamente a los ecuatorianos, que sienten que la democracia ecuatoriana está seriamente afectada con estas decisiones políticas, que ninguna de ellas resuelve la delincuencia, el desempleo, los insalvables problemas de la educación, salud y vivienda; la corrupción que asola al país y la angustia por la inseguridad económica y jurídica del país. ¿Cuánto duró el respeto por la Constitución que ellos mismos la redactaron? (O)