¡El tiempo de honrarte a ti mismo, está por concluir majestad…!

En la aclamada película de “El Gladiador”, el principal protagonista le sentenció con esta frase al emperador romano de ese entonces, por su despotismo. El exdictador de Camboya Li Po que casi exterminó a la mitad de sus conciudadanos con el supuesto de defender al socialismo, decía: “Hasta la Victoria siempre…”. Néstor Kirchner en sus mejores tiempos de populismo argentino conminaba a sus seguidores: “…20, 30 0 50 compañeros defenderán a su gobierno porque somos más, muchísimos más…”. Estas frasecillas, dichas por dictadorzuelos, abusivos y adictos al mando, con poca imaginación pero si con mucha mediocridad han sido repetidas en varias naciones en donde gobierna el populismo atávico; así como en nuestra país por la “cofradía” de los neo revolucionarios del siglo XXI.

Esta farsa revolucionaria empezó a desmoronarse en Argentina, con la nueva elección del presidente Mauricio Macri, que dejó atrás 12 años de gobierno de la familia Kirchner, que al concluir su mandato presidencial, es corresponsable de un angustiosa debacle económico, conculcación de libertades públicas y corrupción a todo nivel. El peor gobierno de los últimos tiempos ha sido el de Nicolás Maduro en Venezuela, en cuyos comicios parlamentarios luego de 17 años de autoritarismo y abuso de poder, acaba de sufrir la más estrepitosa derrota cuando la oposición logra alcanzar más de las 2/3 partes del Congreso, a través del cual, podrá tomar decisiones políticas y económicas trascendentales para el país, para recobrar la institucionalidad jurídica y revindicar las libertades sociales.

Los hechos consumados en estos dos países se debe a la unidad de la oposición, que sin perjuicio de ser de derecha o izquierda, enarbolaron una lucha de exigencia humana y de defensa de los derechos humanos, cuyo ejemplo, será imitado por el resto de naciones que sufren de la misma opresión gubernamental. (O)