Aquí no pasa nada…

El SRI pide información a los bancos sobre sus clientes; es decir, tendrán las entidades financieras que reportar semanal, quincenal y mensualmente el ‘santo y seña’ de las transacciones comerciales de los usuarios con sus tarjetas de crédito, sus chequeras y el novísimo dinero electrónico, como para que los clientes protesten en contra de sus bancos por romper la confidencialidad, más aún, para que el Gobierno nos tenga en la mira, seguro con propósitos tributarios, como si no tuviéramos nada que pagar, como si no contribuiríamos en nada. Sumado a esto, el nuevo IVA que entrará en vigencia desde el primero de junio y que con seguridad afectará a los productos cotidianos, aunque el Régimen diga que no va sobre la ‘canasta básica’, referencia que busca pauperizarnos a todos los ciudadanos, pues hablar de esa ‘cesta’ es una degradación adicional a la empobrecida economía de los ciudadanos, que tienen que sobrevivir con exiguas raciones de comida y en condiciones lamentables de vida.


Mientras esto sucede, el ‘fiscal investigador’, involucrado en los ‘papeles de Panamá’, dueño de una casa de un millón de dólares a través de una de esas empresas, es el buscador de atisbos, el cazador de los ilícitamente enriquecidos, el acusador de los corruptos, cuando por decencia debió tiempo atrás, sin esperar que el Presidente le pida, cosa que no lo hará nunca y con lo que nos quedará debiendo una vez más, por su propia iniciativa dar un paso al costado, dejar la Fiscalía y lavar su nombre, demostrar su buena fe y conducta.


Francamente en el Ecuador ya no se entienden nada: el primer mandatario dice no conocer al señor Álex Bravo, exgerente de Petroecuador y sin embargo sale en una serie de fotografías con él. Parecería más bien que alguien del Gobierno tiene que cargar ‘la cruz’ de redención que les salve a todos, y así la ciudadanía se quedará en paz, se olvidará de todo, quedará distraída, burlada, engañada y el Fiscal sin novedad, los bancos informando sobre las transacciones, nosotros pagando más impuestos, el Gobierno administrando los fondos de reconstrucción pos terremoto y el pueblo más pobre y endeudado que nunca.