La Federación de Barrios de Latacunga ha vuelto a aparecer después de un letargo de varios períodos de inactividad pública, de malas relaciones entre dirigentes, o de utilización inadecuada de las funciones, lo que ha afectado la buena imagen de una organización que por cuarenta años, aproximadamente, ha servido a los barrios de la ciudad con liderazgos fuertes, muy respetables de personas como: Luis Burbano Mancheno, Luis Villarroel C., Edwin Chamorro Jaramillo, Ángel Ríos.
El último período lo presidió la señora Clemencia Jiménez, quien con voluntad, entusiasmo y generoso desprendimiento ha cumplido su responsabilidad con criterio de servicio.
La Constitución en el Art. 96 reconoce “…todas las formas de organización de la sociedad, como expresión de la soberanía popular para desarrollar procesos de autodeterminación, e incidir en las decisiones y políticas públicas y en el control social de todos los niveles de gobierno, así como de las entidades públicas y de las privadas que presten servicios públicos.”
Principio en que se sustenta la organización barrial, les permite hacer uso y fortalecerse en el poder ciudadano que es la auténtica fuerza motora de la Democracia.
Este es el verdadero rol de la dirigencia social y sus responsabilidades que se limitó a acudir ante las autoridades de turno para pedir o exigir obras y someterse a la “generosa” voluntad del administrador local o provincial de turno que a cambio exigía votos, utilizando o manipulando groseramente al dirigente barrial que asumía la obligación de realizar las concentraciones o asistir a expresar públicos respaldos, tantas veces sean necesarias, hasta que se posesione el nuevo con el que continuaba la rueda de molino.
Ahora, Federación de Barrios, con su nuevo presidente, Estuardo Cerda, exige soluciones a los problemas de la ciudad, de manera pública, exteriorizando el “poder ciudadano”, como debe ser, sin pactos ni compromisos mediáticos con las autoridades, ni favores personales, sino fortaleciendo la “soberanía popular”.