El movimiento político electoral se va manifestando con varias actividades como visitas de posibles candidatos, promotores de nuevas organizaciones en busca de simpatizantes o adherentes, delegados y representantes de fuerzas políticas que mantienen o han recuperado su vigencia a nivel nacional, provincial o cantonal, todo lo cual indica que la actividad política-electoral irá tomando cuerpo durante la segunda parte del año calendario con mayor énfasis ya que deben tomarse decisiones para la participación electoral; unos para mantener el sistema de gobierno denominado “Revolución Ciudadana”, otros para cambiarlo radicalmente con tesis individualistas, neoliberales y de libre mercado y los terceros esperando que los acuerdos y pactos les ubiquen es posiciones expectantes y alcanzar cuotas de poder “para salvar al país” desde posiciones populistas, electoreras, redentoras.
Es decir, vamos a ver en juego, en disputa, fuerzas radicalmente opuestas, en unos casos y condimentada por los sabores y colores de los otros, que a nombre del pueblo humilde aspiran alcanzar algo para su provecho; son los que están con todos los gobiernos, y se pelean igualmente con todos; son los profesionales de la política electorera, parte de la democracia subdesarrollada. Algunos amigos del oficialismo, que se manifestaron por años incondicionales colaboradores y se ubicaron en las más altas esferas, se han ido en busca de otras oportunidades, y sus voceros se han ubicado, con mucha facilidad y holgura, en la oposición desde donde critican severamente al régimen que les dio las facilidades inclusive, en un caso, para formar un partido político.
Otras personas conocidas por su capacidad camaleónica en el medio electoral, ya están merodeando por las sedes políticas que, de acuerdo a sus cálculos, podrían tener la mayor opción de ganar las elecciones. Las amplias vías de comunicación actuales permiten identificar a todos, principalmente las redes sociales, que bien utilizadas podrían ser un gran aporte para el desarrollo de la Democracia.