Latacunga y Ambato

BYRON BURBANO MORENO

La ciudad de Latacunga tiene contrastes interesantes dignos de comentarios generalmente positivos, provenientes de quienes respetan, quieren y valoran a la ciudad, dirigidos a mejorar en unos casos, corregir en otros o destacar las características y cualidades de dichos contrastes. Nuestra ciudad es única, como son cada una de las otras ciudades del Ecuador y del Mundo. Todas con sus características que las individualizan.


Mucho se la compara con Ambato para señalar a esta ciudad como ejemplo de progreso y desarrollo que, en contraste, no ha ocurrido con Latacunga que se ha quedado en los recuerdos del pasado, feudo de “marqueses”, de caciques nativos y criollos, de terratenientes que, por mantener su estatus y privilegios, se sometieron a los conquistadores españoles. En cambio, se dice que Ambato tiene tres juanes: Montalvo, Mera y Vela, íconos de las letras, la novela, el verso y las ciencias.


En este campo, Latacunga tiene mucho que mostrar al Ecuador y al mundo, para citar como ejemplos: Vicente León, Cayetano Ramírez Fita, Juan Abel Echeverría, Neptalí Zúñiga, Hnos. Rumazo González: filantropía, religiosidad, política, ciencias, historia, intelectualidad; Baltazara Terán, Antonia Vela: patriotismo y Libertad y cientos de valores humanos más que dan lustre a Latacunga y Cotopaxi.


En todo caso, a lo que trato de llegar es que cada pueblo, cada ciudad y provincia tiene sus valores, personajes que destacan, símbolos, todos aportan con solvencia a fortalecer la Nacionalidad Ecuatoriana y la belleza paisajística urbana, por lo que las comparaciones en el plano de establecer superioridades, por imaginarios límites geográficos, son retrógradas, enfermizas y, por lo tanto, perniciosas, dañinas y perjudiciales.


Latacunga y Ambato somos pueblos identificados por las mismas raíces, tradiciones y costumbres, aportamos al desarrollo nacional y, como buenos vecinos, los lazos de afecto, solidaridad y respeto son mutuos. Que los buenos ejemplos de unos y de otros nos alimenten espiritualmente a todos.