Una visita intrascendente

César Briceño T.

El sábado 30 del mes pasado, tuvimos la visita a Loja del Vicepresidente de la Repíblica a una reunión política y de algunos infiltrados que tienen la costumbre de hacerse presentes en todos los gobiernos de turno; que según los observadores hubo una escasa presencia ciudadana.

Nunca entendieron que, en los actuales tiempos de austeridad, no deben continuar abusando de los recursos del estado, como desplegar ingentes recursos humanos de vigilancia, asambleístas o ministros de estado, para escuchar los logros de la “Década ganada” proclamada por el gobierno, cuando bien lo pudieron realizar a través de los diversos medios incautados o periódicos subsidiados por los ecuatorianos.

La ciudadanía percibió que, si en algo pudo beneficiarse nuestra provincia relegada por el ostracismo centralista y oprobioso del actual régimen; el Vicepresidente debió reunirse con las autoridades locales y provinciales para abordar y encontrar posibles soluciones a los acuciantes problemas de Loja y su provincia, como son el clamor de los regantes, la maltrecha vialidad que soportamos, sobre todo en las vías de Loja a Vilcabamba y Loja Catamayo, los problemas educativos y de salud que soportamos, y la falta de recursos que afectan a los organismos locales.

El 18 de noviembre del 2014 en la sesión solemne de Loja, el presidente ofreció una carretera de cuatro carriles de Loja a Catamayo, que hasta la presente fecha ha incumplido. El gobierno no ha aclarado debidamente porqué cambió las normas técnicas y el presupuesto que en un inicio se destinó para la carretera de Catamayo, Gonzanmá, Cariamanga, Sozoranga a Macará; cuyo financiamiento futuro se lo estaría realizando con intereses leoninos. El asfaltado de la carretera de Loja, Taquil, Chantaco, Chuquiribamba a Gualel, una promesa de campaña electorera, quedó para el sueño de los muertos. (O)