Seguridad Social de las Fuerzas Armadas

Isabel Robalino B.

La prensa refiere los enfrentamientos que se dieron al iniciarse en la Asamblea la discusión del proyecto de reformas a las leyes de seguridad social de las Fuerzas Armadas y de la Policía Nacional, presentado por el Ejecutivo. Violentos cruces de palabras se dieron.


El ministro de Defensa, Ricardo Patiño, se dirigió desafiante al excomandante de las Fuerzas Armadas y este con otros militares retirados exigían el archivo del proyecto. Excesos lamentables que bien pudieron evitarse si se respetaban los procedimientos legales para reformar las leyes que atañen al Instituto de Seguridad Social de las Fuerzas Armadas (Issfa ) y de la Policía (Ispol).


Estos dos institutos fueron creados, en su momento, de acuerdo con serios estudios actuariales, como se conoció públicamente. Es posible que actualmente requieran una reforma, y considero que esto es así, nadie se va a oponer a ello. Pero no es esto lo que está en juego sino como llevarla a cabo. Debió procederse previo pedido de los respectivos consejos del Issfa y del Ispol, acompañado de informes técnicos, entre los cuales, un informe actuarial que permita conocer cuáles deben ser las reformas.


No hay que decir simplemente -esto es lo que queremos alcanzar-, sin el previo conocimiento de cómo debe ser el procedimiento para obtener la equidad y la sustentabilidad del sistema de pensiones.


Tardíamente después de los incidentes a los que nos hemos referido y tuvieron lugar en la reunión de la comisión de derechos de los trabajadores de la Asamblea se acuerda pedir la comparecencia de los técnicos del Issfa y del Ispol.


Difícilmente podrán de improviso dar una respuesta sin realizar nuevos estudios. De esta manera se retrasará aún más la deseada reforma, por la precipitación de querer imponer todo desde el Ejecutivo, sin relacionarse primero con las partes involucradas dándoles la posibilidad de proponer la forma más adecuada y rápida para lograr lo propuesto teóricamente.


Confiemos en que aún pueda rectificarse el procedimiento para evitar, en adelante, escenas lamentables, como las relatadas.

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