Zapatero a tu zapato…

Alfonso Espín Mosquera

En estos días el Presidente está involucrado con las FF.AA. en una petición de castigo a un capitán de apellido Ortega, porque le ha faltado al respeto al opinar de su labor al frente del país, como dicen estas líneas textuales del oficial en mención:


“Pare de mentirnos, que el país necesita la verdad y que se sancione tanta impunidad y corrupción [….] dedíquele fuerzas a eso, no a meterse con instituciones serias y honestas de siglos de tradición”.


Tendría que sancionar al género humano, pues habría que preguntarse cuántos millones creerán como el militar; por otro lado, decir que el país necesita sancionar tanta impunidad y corrupción es válido y necesario en un momento en el que se ventilan nombres y actos deleznables por parte de funcionarios del régimen.


¿Un mandatario debe enfrascarse en una pelea de esa naturaleza? ¿Solicitar sanciones, amparos de protección, declaraciones de jefe Supremo o máximo de las FFAA? Francamente debe dedicarse a lo importante, a subsanar las lamentables circunstancias médicas en los hospitales públicos.


En los del IESS, en donde no hay reactivos para varios exámenes mínimos, caso Hospital San Francisco de Carcelén por ejemplo, en donde no se pueden hacer cultivos de orina y hay que enviarlos a clínicas privadas, peor otros exámenes de mayor categoría.


Es cierto que será difícil, pero en las sabatinas parecemos potencia económica a criterio del Jefe Supremo, cuando el desempleo cunde a todo nivel, los precios de los artículos de primera necesidad son altísimos y los niveles de violencia superan cualquier expectativa.


En fin, señor Presidente, los niveles de endeudamiento, los contratos petroleros corruptos que se denuncian por los medios de comunicación, la inestabilidad económica apremiante y el futuro inmediato del país debe ser su preocupación crucial y no si usted es el más alto, el más poderoso, pues no olvide que el primer mandatario es el servidor de los demás, y es hasta bíblico que vinimos a ser los últimos para tener el crédito de los primeros.

[email protected]