Ordenanza de mascotas no se cumple

Ordenanza de mascotas no se cumple
Normativa. Algunos tenedores de mascotas no aplican las normas que se establecen para su cuidado y manejo en el espacio público.

#AmorAnimal


Mediante acciones como la entrega de fundas en calles y parques se trata de generar conciencia en la gente.

La presencia de excrementos de las mascotas sobre las calles, veredas, parques y plazas de la ciudad dan cuenta de que el cumplimiento de la ordenanza 048 de las mascotas que se aprobó en el año 2011 y la ordenanza 0332 que hace mención a la responsabilidad que tienen los tenedores son letra muerta.


En las avenidas, las personas que sacan a pasear a los perros lo hacen sin colocarles el respectivo bozal, tampoco recogen el excremento en fundas y les permiten que orinen sobre las plantas, en el césped de los parques, donde muchas veces la gente se recuesta.


La Ordenanza 048 contiene reglas sobre la tenencia, protección y control de Fauna Urbana. Allí se estipula como infracción leve “pasear a sus perros por las vías y espacios públicos sin collar y sujetos sin correa”, y como contravención de primera clase, de la Ordenanza 0332, “dejar que animales domésticos ensucien con sus excrementos las aceras, las calzadas, los parques, los parterres y, en general, los espacios públicos”.


Dany Silva, médico, mientras pasea con su mascota en el interior del parque El Ejido, una rutina que la cumple a diario por su salud, dice que lamentablemente no se aplica la normativa de la ordenanza para la tenencia responsable de las mascotas. El can sostenido por un collar camina junto al médico, tiene puesto el bozal, se trata de una raza grande. El profesional de la salud lleva en su bolsillo una funda por si acaso tenga que recoger los excrementos de su fiel compañero. “Son fundas que nos regalan cuando hacemos alguna compra”, aclaró.


Silva comenta que por varias ocasiones, cuando camina por la calle o ingresa a un parque ha tenido la penosa experiencia de pisar excremento. Así, considera que hay gente que tiene mascotas, pero que desconoce cómo se las debe cuidar, que muchas veces no actúa con sentido común y respeto hacia los demás.

Ordenanza de mascotas no se cumple
IMPORTANTE. el tener un animal requiere responsabilidad.

La autoridad


Eduardo Del Pozo, primer vicealcalde de Quito, afirmó que la actual ordenanza es propositiva en términos de bienestar animal, que busca fomentar el respeto hacia los animales, que ha sido un ejemplo para muchas ciudades de Ecuador.


Dice que, como todo proyecto, debe ser mejorado y que por esto se está trabajando en una reforma a la Ordenanza 048 para tratar los problemas que todavía son latentes y que están relacionados con la responsabilidad que tiene el dueño frente a su mascota.


Informó que se estima que hay unos 600 mil perros en las calles y que preocupa, además, que semanalmente se atropellen a más de 50 canes en vías como la Av. Simón Bolívar, por lo que contó que hay trabajar aún en una política pública.


Con respecto a las sanciones que se aplican para la gente que no recoge los excrementos, señaló que existen muy pocos sancionados, pero que el problema es el control, que no existe suficiente personal como para poder vigilar cada uno de los espacios públicos.

Acciones


Lo que se conoció es que el equipo de socialización de la Empresa Pública de Movilidad y Obras Públicas recorre parques de la ciudad y entrega a los usuarios de los espacios verdes fundas biodegradables para la recolección de los desechos de sus mascotas, a fin de crear conciencia en los dueños para que cuiden los espacios públicos.


Sanciones


Lo que debe saber

Multas del 10% al 21% de una RBU para quienes paseen a sus perros por las vías y espacios públicos sin collar y sujetos sin correa.

Multas de 45% al 90% de una RBU por mantener un número mayor de animales de compañía, causar problemas a los vecinos, no mantenerlos con las seguridades necesarias, no esterilizarlos…


Sanción de 10 RBU por no cubrir los gastos médicos, prótesis y daños sicológicos de las personas afectadas por el daño físico causado por un animal. Utilizar animales como medio de extorsión.