La universidad intervenida


Byron Burbano Moreno



La intervención de la Universidad Técnica de Cotopaxi, como de las demás universidades que han sido intervenidas, debe arrojar resultados altamente satisfactorios especialmente para los estudiantes que son la razón de ser de los centros de educación superior. Esta es la oportunidad para que nuestra Universidad, la Universidad de Latacunga y Cotopaxi, no de ningún partido o movimiento político, revisen sus estructuras administrativas, académicas, financieras y garantice a los estudiantes calidad, solvencia profesional, prestigio, que será la único que les abra las puertas del sector público, privado, puedan ser generadores de trabajo productivo, rentable y aporten al desarrollo.
Se habla de la intervención integral de la Universidad por un año. Será la mejor oportunidad que tienen las autoridades del centro superior para demostrar lo que reiteradamente afirman que se trata de persecución política, de los interventores para poner ante la faz pública los problemas detectados, los correctivos que haya que implementar. Que se haga todo lo que tenga que hacerse por el bien de la Universidad. Cualquiera que sea la situación actual no se va a solucionar con gritos ni marchas; peor victimizándose para recibir la compasión pública en forma de votos. La intervención debe ser técnica, sin miramientos ni persecuciones ni a favor ni en contra de nadie; es la gran responsabilidad de la Comisión Interventora, que no solamente responderá ante el CES y demás organismos que regulan la educación superior sino ante la provincia de Cotopaxi.
Cualquier tiempo es bueno para poner la casa en orden, decían nuestros mayores, por lo que no debe ser motivo de preocupación que la intervención se inicie actualmente en que estamos próximos a una nueva campaña electoral que será corta, porque en febrero del 2017 habremos elegido a los nuevos mandatarios nacionales y asambleístas y la intervención durará hasta fines de noviembre de 2017.
Qué mejor que todos los candidatos estén atentos, por lo menos durante la campaña, sobre lo que sucede en la Universidad y se pronuncien sin cálculos electorales, sin utilizar el tema de la intervención para “asegurar” a su favor el voto de los universitarios, todo lo cual es fácilmente percibido por el pueblo que, como el mismo dice, para unos y otros: “ya no come cuentos”.