BYRON BURBANO MORENO
La ciudad de Quito ha iniciado sus fiestas conmemorativas de su fundación hispana, oficialmente establecida el 6 de diciembre de 1.534, teniendo “como real y efectivo fundador” a Sebastián de Benalcázar y no se ha acogido la fundación del 28 de agosto de 1.534, en las cercanías de la Laguna de Colta, en la provincia de Chimborazo, por Diego de Almagro, quien, por “estado de necesidad”, se anticipa a la fundación de Quito, para alcanzar a su favor todas las prerrogativas que la corona española otorgaba a quienes en nombre de España y sus monarcas, declaraban fundadas las ciudades.
En definitiva, fue la codicia e interés personal de Almagro por alcanzar el dominio sobre las tierras y sus riquezas, especialmente el oro que ansiaban los españoles. De los detalles y verdades que se encarguen los historiadores.
La mayor parte de ciudades del Ecuador, entre ellas las más importantes, como Latacunga, celebran la fecha de independencia de España, sólo Quito sigue proclamando su lealtad y su nobleza provenientes de la península ibérica.
Más allá de los criterios y comentarios sobre la fundación de Quito, prevalece en la historia como cuna de la nacionalidad ecuatoriana y Capital de la República.
Nuestra ciudad, Latacunga, y su población tiene una profunda vinculación con la Capital, por su cercanía, geográficamente considerada y por la presencia de ilustres latacungueños que han servido a las grandes causas de la libertad en la época colonial y han contribuido al establecimiento y fortalecimiento del Estado Ecuatoriano.
Nuestro homenaje a Quito y agradecimiento por el valioso aporte entregado a Latacunga en sus celebraciones de noviembre, dando ejemplo de ciudad integradora, que sabe compartir, sin celo ni egoísmo, con sus ciudades hermanas.
¡Viva Quito!, es la proclama que se escucha en estos días. ¡Viva! Contestamos desde todos los rincones de la Patria, con unción y alegría, cantando el Chulla Quiteño y el Santo del Quintana.