Los impuestos nos agobian

ATILIO RUGEL ALBÁN


“El dolor hace pensar al hombre. El pensar nos enseña sabiduría. La sabiduría hace la vida más llevadera”. (Consecuencia Lógica). El pueblo ecuatoriano atendiendo el llamado de las municipalidades del país, acude disciplinadamente desde el primer día laborable del nuevo año a cumplir con el requisito del pago de impuestos urbanos y rurales, aprovechando el descuento que se hace del 10 al 1% en forma regresiva, hasta que éste desaparece en el lapso de cinco meses (1 y 2% por mes).


Hay una queja de que las autoridades que tienen que tomar resoluciones y mantener sus decisiones (de no engañar al pueblo), por lo menos considerando la situación que Esmeraldas sufrió los azotes de la naturaleza, debieron mantener el valor del año anterior y exonerar del pago de impuestos a los que sufrieron afectaciones por el terremoto. Pero resulta que al acercarse a las ventanillas de recaudación, muchos tuvieron que regresar a conseguir el dinero que les hacía falta por la razón que acabamos de exponer.


Tienen que ser más humanistas, tienen que abrir el corazón al mundo que habitamos y al que todos pertenecemos, porque mentir y engañar a los demás es un defecto relativamente vano y la mentira más común es aquella con la que un hombre se engaña a sí mismo, según Friedrich Nietzsche.

Llegamos a los cargos en función de servicio y no dejemos los bolsillos vacíos a tanta gente pobre que no tiene medios de sustento y para colmo del mal a los empleados públicos se les sube 30 centavos de dólar por día a su sueldo ($9 mensuales), lo cual es una ironía a sabiendas de que todo sube como son alimentos, la medicina, el vestuario, los arriendos, los impuestos y la viveza criolla de comerciantes inescrupulosos que de todo tratan de sacar provecho.


¿Acaso ustedes los que aprueban medidas inhumanas se pusieron a pensar unos segundos y dieron vuelo a su imaginación no pensando en mi futuro sino en el de los demás? ¿o es que la mente invadida de fantasías vanas a sabiendas de que no existen los milagros en la cotidianidad de la vida y que con estos absurdos nublamos el futuro de nuestros conciudadanos llenándolos de dolor? Es verdad que para lograr el desarrollo de los pueblos se necesita dinero para hacer obras, pero existen otros medios y fuentes para conseguirlo, porque hay los aportes del Estado a través de las regalías que proporciona la explotación de los recursos naturales.