BYRON BURBANO MORENO
El Ecuador, por tradición, es un Estado que adoptó desde sus inicios el régimen republicano como forma de gobierno. Nos hemos mantenido bajo este sistema a pesar de las dificultades, la pobre condición económica, la dependencia, las veinte constituciones que, hasta el momento, hemos tenido y creo que tampoco existe otro modelo que lo supere. Sin embargo, los propulsores del nuevo Derecho Económico y de la economía de mercado pretenden someter a los estados y destruir uno de los pilares en que se sustentan como es la Soberanía. La Organización Mundial de Comercio, por ejemplo, sanciona a los estados que no cumplen sus convenios e imposiciones; es más poderosa que muchos estados juntos, pero jamás podrá tener los atributos propios de un Estado jurídica, social y políticamente constituido.
Me permito comentar sobre este tema (siempre lo hago por Latacunga y Cotopaxi) ante la proximidad de las elecciones. En una semana estaremos decidiendo el futuro del Ecuador como Estado Soberano, independiente, democrático, que tiene un destino común de bienestar, igualdad y justicia social. Estaremos decidiendo sobre el fortalecimiento de la democracia participativa, en la que debe primar la voluntad soberana del pueblo; y, principalmente, estaremos decidiendo sobre el presente y el futuro de todos los ecuatorianos. Entonces, no es solamente el hecho simple de acudir a votar por obligación o por cualquiera de los candidatos de turno, sino el ejercicio del legítimo derecho de escoger a los ciudadanos en quienes voy a depositar mi confianza para entregarles mi mandato, que les permita actuar en mi nombre y representación en la dirección de la Función Ejecutiva, como Presidente de la República y en la delicada tarea de legislar y fiscalizar en la Función Legislativa, como asambleístas y parlamentarios.
La provincia de Cotopaxi, y las demás del País, renovarán sus legisladores, elegiremos asambleístas nacionales y parlamentarios andinos, debemos hacerlo con alto sentido de responsabilidad y respeto a nuestros derechos ciudadanos; ya los hemos visto y escuchado, escojamos a los mejores.