ATILIO RUGEL ALBÁN
“Entre la fe y la incredulidad, un soplo. Alégrate en este soplo presente donde a veces, pues la vida misma está en el soplo que pasa”, Omar Khayyam. No se concretó la aspiración de AP de captar la Presidencia de la República en la primera vuelta, a pesar de las reiteradas manifestaciones de optimismo que respiraban por todos los poros y que en términos de pueblo se decía será una sola vuelta y una paliza. Es un hecho natural que a nadie le gusta perder; pero eso no es lo importante por el momento, sino ver las circunstancias que se dieron para recibir una respuesta negativa.
Los que nos formamos con valores que vienen desde el hogar y que aprendimos en la escuela y en el colegio con una pléyade de maestros que no se borran de nuestra memoria, no somos ciegos para no reconocer las obras que se han hecho en el campo de la vialidad, educación y salud; pero claro, esto a qué costo se pudieron concretar con un barril del petróleo que superó la barrera de los 100 dólares, situación que estimo no volverá a repetirse. Al contrario, aumentó la burocracia y hubo un exceso de organismos que no escatimaron en posicionar de cargos a sus allegados y que esto pesa en el gasto público que para nadie es desconocido, aumentando la deuda pública que llega a los 40 mil millones de dólares.
También se nos informa por la prensa que el IESS sacará 1.752 millones para su inversión que cubrirá pensiones en 2017 y que, de acuerdo con analistas económicos, la desconversión en el Fondo de Pensiones lo lleva a una situación insostenible, a sabiendas que se suspendió el pago del aporte del 40% que el Gobierno cubría al IESS. Hay dos situaciones que deben quedar bien claras. Si AP triunfa en la segunda vuelta y Moreno llega al sillón de Carondelet con todos los ofrecimientos de campaña, no quiero imaginarme a qué métodos mágicos tendrá que recurrir para continuar obras inconclusas y equilibrar las finanzas públicas, a menos que como dijo el periodista Febres Cordero, el Gobierno saliente le respire en el cuello desde Bélgica y lo oriente en el manejo económico.
Si triunfa la oposición que buscará por todos los medios formar alianzas por lo menos con el 80% de los partidos que son contrarios al continuismo y que tienen por meta anular al correísmo, estas alianzas se fundamentarán en ofrecimientos de ministerios, entrega de provincias para su administración tratando de dejar contentos a tirios y troyanos y repartiendo bien el pastel que les alcance a todos.