No somos Venezuela

La segunda vuelta electoral del 2 de abril, además de la elección entre Moreno y Lasso, representa una lucha implacable del ciudadano común contra la corrupción.

Sería un posible retorno a un sistema democrático e institucional limpio de trampas, del rescate del IESS y de la seguridad pública, de la verdadera educación sin censura y la autonomía universitaria, de la libertad del pensamiento crítico, del rescate indígena y ecologista.


Significa la recuperación de FF.AA. y la Policía sin narcotráfico. El fin del Consejo de la Judicatura, del encarcelamiento de opositores, de la deportación masiva de personas, de una salud de hospitales sin médicos, de la auditoría al despilfarro miserable y revisión al macabro endeudamiento chino y la inauguración de una nueva Constituyente.


La burocracia entronizada desde la nueva burguesía del correato pretende hacernos creer que el partido oficial es invencible y que perderán por un fraude fraguado por la derecha y un feriado bancario de hace 17 años. Sin ideas ni talentos, están desesperados y usan las mismas maniobras venezolanas para declararse, en las urnas, víctimas del imperialismo y la banca mundial. ¡Qué absurdo!


El dictador lanza campañas bipolares, dice sus últimos insultos y juega a pegarse un tiro en la sien en los segundos de descuento. Cambia generales y militares, crea espectros feministas después de ofender a la mujer en el pasado, crea espejismos para dañarlo todo y contrata encuestadoras sinuosas para falsear resultados.


Coloca con irregularidad legisladores oficialistas para decir yo triunfo. Como sea.

Busca inclinar la balanza para contar a su manera más votos. Pero le faltan. Y mientras unos manipulan las redes sociales porque muchos de sus troles ya se fueron o se viraron, otros llaman por teléfono a opositores, políticos y artistas para amedrentarlos.


La salida de gente a la calle se vuelve inminente. Los quiteños acercándose a Carondelet para exigir rendición de cuentas. Esta nueva burguesía de estafadores y propagandistas tiene pavor repetir la huida de Mahuad, Bucaram y Lucio.

Ecuador no es Venezuela y ellos lo saben.


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@klebermantillac