Kléber Mantilla Cisneros
Guillermo Lasso impugnó los resultados electorales y cuenta con el respaldo de una mitad del país. Un escenario complicado para el futuro gobernante pues cuando se inicia mal, la polarización se desborda y la violencia se activa. Nadie olvida el ataque planificado contra el candidato a la salida de un partido de fútbol. Tampoco el cambio de la cúpula militar para alivianar el impacto de un eventual fraude.
Lenín Moreno optó por el silencio. Nunca debatió con su rival. Es un desconocido. Al parecer su equipo de asesores prefiere que no responda las preguntas difíciles. Por ejemplo ¿cómo y cuándo cumplirá con cada ofrecimiento de campaña? ¿Bonos, becas y casas gratis? ¿Hay criterio académico en las nuevas universidades del correísmo? ¿Cómo pretende crear más?
¿Cuándo se conocerá la lista de los funcionarios sobornados en el gobierno saliente por Odebrecht? ¿Cómo financiará los próximos cuatro años ese monstrUo de instituciones y a tanto funcionario público? ¿La corrupción denunciada por la prensa quedará en la impunidad? ¿Cómo se construyeron las hidroeléctricas y la Refinería de Esmeraldas? ¿No estamos endeudados con China? ¿Hay cifras reales para contrastarlas? ¿Por qué dijo que Glas continuará a cargo de los sectores estratégicos? ¿En realidad sabe lo que ahí ocurre?
No son sorpresa los resultados electorales. En varias ocasiones alertamos que se podría repetir el escenario de Venezuela. Con un hiperpresidencialismo vigente no permite independencia ni control de funciones. Sin embargo, CREO denunció que en 1.795 actas hubo irregularidades. Unos 600 mil votos en juego. Pero esta historia permite identificar a una persona íntegra que se enfrenta a la voracidad del poder absoluto y todas las artimañas y triquiñuelas del caso.
Al parecer el buró de Jorge Glas es una realidad y las calles son muy decisivas para cuidar el voto. Muchos amigos y lectores me pidieron apoyo pues no se bajan los brazos antes de una pelea. Juntos hasta el fin me dicen. El único camino para hacer Patria es el reclamo justo en una vida en democracia.
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