Las lluvias no paran


ATILIO RUGEL ALBÁN

“El día que empezamos a preocuparnos por nuestro futuro, es el día que dejamos atrás nuestra infancia”, Patrick Rothfoss, escritor estadounidense. La naturaleza ha respondido con enfado ante el trato equivocado que el hombre como principal depredador la golpea, sacando de la madre tierra todo su sustento pero explotándola inmisericordemente sin devolverle el aliento que compense el exceso que afectan sus entrañas.


Ahora ya no solo es el fenómeno de El Niño, tampoco el de La Niña, sino que los cambios climáticos son tan variables que se habla de El Niño Costero que afecta a países como Perú, parte de Colombia y el Ecuador y, que según los técnicos del Inamhi, obedecen a vientos de alta temperatura que vienen desde la región Amazónica en el caso de nuestro país. Acabamos de pasar el cataclismo del 16/04/16 que esperamos no se repita nunca más, porque solo quedan recuerdos de ciudades destruidas, pérdidas de vida que dejan niños huérfanos, padres y madres viudas, pobreza, miseria, enfermedades, vías de comunicación destruidas, puentes colapsados y producto del desastre poblaciones aisladas.


Ahora las fuertes lluvias con granizadas en el norte y centro de la región interandina y con desbordamiento de ríos en casi toda la costa ecuatoriana, que van arrasando con todo lo que encuentran a su paso; de esta forma aumenta el dolor y la desesperación de familias que todavía no tienen el albergue ofrecido, que quede claro que se lo hará con la plata que dio el pueblo ecuatoriano y la colaboración internacional que demostró un alto espíritu de sensibilidad y acudió a socorrer a un pueblo que necesitaba su ayuda.


Por lo mismo, que sepan los afectados de mi Patria que ninguna autoridad del país sean nacionales o seccionales les están regalando nada, ellos son los que por haberlos escogido para que nos gobiernen cumplen con el mandato que les da la Ley y porque ganan sueldos que compensan el trabajo y que no se rasguen el pecho diciendo que es una tarea sacrificada, porque si así fuera para qué buscan reelegirse y una vez en el poder la condición primordial es trabajar y cuidar con honradez absoluta los recursos que administran.


Las lluvias que nos causan tantos dolores de cabeza han afectado sembríos de café, cacao y banano que proporcionan fuertes ingresos al erario nacional, así como también sembríos de ciclo corto como maíz, arroz y productos alimenticios que faltan en la mesa del pobre. No le echemos la culpa a las lluvias porque éstas son necesarias, lo que pasa es que no han sabido sembrar la plata del petróleo en obras de infraestructura y hoy pagamos las consecuencias de la miopía.