Rodrigo Santilán Peralbo
La década ganada o perdida según las preferencias es una pesada carga para el presidente Moreno, AP y para el pueblo. Han sido diez años en los que la propaganda se impuso sobre la razón, la mentira sobre la verdad, los corruptos sobre la decencia y honestidad, y el show sobre la realidad.
Ahora comienza a descubrirse la fantástica red de corrupción que se ha llevado miles de millones de dólares, pero solo aparecen algunos pequeños personajes implicados, en tanto que los peces gordos se esconden o camuflan detrás de los escándalos que se esparcen para distraer y entretener a las masas confundidas que, al parecer, siempre tendrán la tendencia a justificar los latrocinios con aquella resignación cristiana: “Que roben no más con tal de que hagan obras.”
Es lamentable que el show continúe en elevadas instancias como la Asamblea Nacional integrada con la aplastante mayoría de Alianza PAIS. Se llama a juicio político al Contralor cuando se sabe o presiente que no vendrá a rendir cuentas. ¿Acaso ‘Capaya’ tuvo razón en sus denuncias? Se llama a la Asamblea al Consejo de Participación Ciudadana o Quinto poder para que informe como se nombró al Contralor con la más alta puntuación de la historia. Tiempo y dinero perdidos.
Se informa que la Asamblea recibirá al vicepresidente Glas pero ya se han reunido en la sede de AP a manera de repaso o ensayo de lo que ocurrirá en la comparecencia. ¿Qué utilidad podrá tener ese show cuando se constata que el Vicepresidente, con todo derecho, recorre medios de comunicación y visita distintos lugares para proclamar su inocencia?
En defensa de la moral pública y conciencia ciudadana debe eliminarse el show que demuestra que nada cambia, si se cuenta con mayoría sumisa a los intereses políticos de Alianza PAIS. ¿Solo Odebrecht?