Deuda al IESS

Rodrigo Santillán Peralbo

¿Cuánto le deberá exactamente el Estado al Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social? Con la tesis de que el IESS es del Estado y no de los trabajadores afiliados, el gobierno anterior le convirtió en caja chica, se negó a pagar el 40% que, desde 1941, se había establecido para financiar las pensiones jubilares, y por último, se dijo que la deuda era “inexistente, incuantificable e indeterminada”, con lo que se dejaba al IESS en un tobogán hacia el desfinanciamiento que afectaría a los jubilados, pero como son solo viejos, mucho no importan, porque aquí la vejez se convierte en un estorbo, en un trasto desechable. ¿Los jóvenes trabajadores públicos o privados, no pensarán en el día en que tengan que jubilarse?

Negar las deudas podría convertirse en una moda negativa de funestas consecuencias. Le tocó al flamante Ministro de Finanzas la pretensión de desconocer la deuda con el IESS cuando afirmó que acudirá a otras instancias para determinar si existe o no la deuda, declaración que indica un total desconocimiento de la Ley Orgánica de la Contraloría que, en el artículo 92, ordena que sus recomendaciones o conclusiones “deben ser aplicadas de manera inmediata y con el carácter de obligatorio.”

Cierto que la situación económica es crítica, pero no justifica que otra vez se niegue lo que se debe y que, fundamentalmente, sirve para atender enfermedades, incluso catastróficas de los jubilados. Además se debe recordar que el anterior gobierno ordenó al IESS atender la salud de los hijos y cónyuges de los afiliados, decisión digna de aplauso, pero el Estado no ha entregado un centavo para atender ese rubro.

El FUT y las organizaciones de jubilados demandan la destitución del Director del IESS y reclaman el pago de la deuda superior a 2.800 millones de dólares.