Los guerreros digitales

MA. ALEJANDRA SALAZAR MURRIETA

Desde épocas inmemoriales hemos conocido acerca de valientes soldados, a quienes la historia les ha colocado en la cima de los ideales. Cuántas leyendas se han forjado al calor de una batalla, cuentos de coraje, valentía y heroísmo, nos han dejado tantos cientos de intrépidos guerreros quienes han tenido a su cargo la ejecución de estrategias y obtención de una victoria. No voy a entrar en detalles, pero a breves rasgos pudiera citar que, en sentido general, ha sido la búsqueda de un bien común, la motivación de grandes gestas históricas y muchas veces libertarias.

Algunos de estos grandes ejércitos han sido inmortalizados, tal es el caso de los Terracota, a quienes el Emperador Qin les hizo construir una fortaleza con reproducciones exactas de los guerreros quienes, incluso en la muerte, estarían peleando las mil batallas; quién no recuerda acaso las historias de Aquiles y su imponente ejército de Mirmidones, que siglos después siguen generando asombro. Si es cierto que algunas historias suelen ser magnificadas, pero si nadie las conoce o las difunde en muy poco tiempo posiblemente nuestro referente de valentía será algún matón de barrio o el dueño del circo.

En estos días noto con profundo pesar que quien hasta hace poco ocupaba la primera magistratura del país y que se suponía a estas alturas debería estar “descansado y dejándonos descansar”, hace gala de su prepotencia refugiado en las redes sociales que él tanto quiso maniatar, para desde allí azuzar a quienes él ha bautizado como sus “guerreros digitales”, a conformar un frente de defensa a su favor. Pero ¿quiénes son estos guerreros? No son otra cosa más que fanáticos odiadores concebidos en estos diez nefastos años de mal llamada revolución. Nacidos de una mente torcida que los utiliza para que desde sus trincheras dirijan ataques a todo aquel que le represente oposición. ¡Quién diría, para lo que ha quedado Rafael!

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