Las caras de la violencia

Rosalía Arteaga Serrano

La violencia contra la mujer tiene diversas caras, la más evidente es la que se muestra en forma de golpes, de maltratos físicos que inclusive llegan al femicidio, ya se cuentan más de ochenta en lo que va del año en el territorio ecuatoriano.

Hay que seguir denunciando lo que ocurre hasta que las mujeres no sientan que el lugar más peligroso para ellas, es su propia casa, su propio hogar.

Hay otros tipos de violencia, la sexual que es también violencia física, pero específicamente cometida al obligar a relaciones que no se quieren a la pareja, y, por supuesto, la violencia sicológica, que agrede, opaca a la mujer de formas más sutiles y por lo mismo más graves.

Existe también, y lo vemos retratado en lo ocurrido durante los diez años últimos y en acciones actuales, en el ámbito político, cuando se denigra a la mujer, se la ataca de forma reiterada y absurda, tratando de minimizar su accionar o de obtener ventajas en su desempeño.

Por ello hablamos de víctimas de violencia política, como la que están sufriendo algunas Asambleístas justo en estos mismos momentos, dejando de lado su condición de mujeres y también su jerarquía y fueros especiales.

El pueblo no debe permitir violencias de ningún tipo, debemos solidarizarnos con quienes sufren agresiones, al margen de su ideología o bandería políticas. Solamente cuando todas las mujeres tengamos un tratamiento igualitario, dejaremos de protestas y de levantar nuestra voz.

Hasta que no sientan que el lugar más peligroso para ellas es su propia casa.

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