Gobernar por twitter

Ugo Stornaiolo

Al diálogo con sectores políticos, propuesto por Lenín Moreno, replica Gabriela Rivadeneira: “Lo que no podemos hacer es dar palestra a la derecha socialcristiana o al bucaramato” y es ratificado por Marcela Aguiñaga: “no puedo ser parte de un gobierno que estaría cogobernando con el ‘bucaramato’.

Moreno anuncia el comodato de la sede de la Conaie en Quito. Correa tuitea: “Entrega sede por 100 años a Conaie, otro innecesario desaire a mi Gobierno. Estrategia de ‘diferenciarse’ no solo es desleal, es mediocre”. Moreno responde: “El diálogo continúa. Seguimos empeñados en reconciliar al país. Para el odio, no cuenten conmigo”. Pero, nombra como consejero a Patiño.
Desde la oposición, Jeannine Cruz pide a la Fiscalía prohibir la salida del país de Correa y tuitea: “Hoy presenté pedido de impedimento de salida del país, principalmente para @MashiRafael @JorgeGlas y @Galo_Chiriboga. Correa no huya del país”.

Tras declarar en la Fiscalía, el vicepresidente Glas usa Twitter: “La justicia no es un show. Ha habido un intento de destruir la honra de personas. En lo particular acudiré a la justicia”.

Correa está activo en redes sociales. Su cuenta @MashiRafael le ocasionó que un mensaje “a sus guerreros digitales” sea eliminado por Facebook. A cada acción del régimen responde con un ‘tuitazo’. El 12 de junio publicó que le “preocupaba el frente interno”, pues oyó hablar “de marcar distancia” con su gestión. El tuit lo escribió al comentar que el proceso contra el exministro Walter Solís no era por el caso Odebrecht.

Sobre el periodista Martín Pallares, al declararse su inocencia, Correa escribe: “Sufrir abusos de cobardes odiadores disfrazados de periodistas. A liberarnos del yugo de la mala prensa. Respetamos la decisión del juez, pero no la compartimos. Pallares y compañía, como siempre, mienten”.

En la novela de Demetrio Aguilera Malta, ‘El secuestro del general’, el autor guayaquileño escribe, refiriéndose al personaje: “Tal vez lo único que no podría soportar sería que le impidiesen pronunciar discursos. Eso representaría el mayor castigo que pudieran infligirle (…). Sin discursos, no podría seguir viviendo”. Al que viaja mañana a Bélgica le calza bien este texto…

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