¿Que vadis Rodas?

Ugo Stornaiolo

Mauricio Rodas fue elegido en el 2014 para reemplazar a un alcalde, Augusto Barrera, cuya actuación fue mal calificada. Tres años después, el 66% de quiteños califican la gestión del burgomaestre como “mala” o “muy mala”.

El rostro fresco de las presidenciales del 2013 es, hoy, un alcalde deambulando entre sinuosidades políticas. Rodas está más cerca del oficialismo que de la oposición, a la que pertenecía hace tres meses, cuando su movimiento Suma respaldó a Guillermo Lasso, presidenciable de CREO. Para Rodas es cuestión de supervivencia.

Solo 6 de 21 concejales lo apoyan. Otros 9 son de Alianza PAIS y 6 restantes son independientes. Entre ellos, una de sus principales críticas, la exvicealcaldesa Chacón y el vicealcalde Del Pozo (de CREO). Jaime Durán tenía razón cuando dijo que “no conocía la ciudad”.

Rodas tiene serios desafíos: Quito Cables (imposición a la brava a moradores del occidente), la solución vial Guayasamín (opaca negociación para llenar de autos el tramo Tumbaco-Quito) y el Metro (herencia de Barrera, salpicado por Odebrecht, empresa con la que el alcalde tuvo “diálogos informales” y viajes a Brasil), sin olvidar las tarifas del transporte, la opaca negociación con los taxistas, el insoportable tráfico, obras al apuro, baches y frecuentes cortes de agua en muchas zonas de la ciudad.

Otros problemas: la prisión de su operador político, Mauro Terán y la situación de su excandidato a asambleísta, Jacobo Sanmiguel (implicados en corrupción). Su movimiento, SUMA, aprobó en la Asamblea la ley de prohibición para participar en política a los que tienen dinero en paraísos fiscales. Cierto, se aprobó en la consulta del 19 de febrero, pero parecía dedicada a sus ex aliados de CREO.

Viendo aguas turbulentas entre correístas y morenistas, Rodas se acercó al Presidente y hoy su futuro político dependería de Alianza PAIS. Y los imita. Las sabatinas de Rodas son los miércoles. Los ediles de PAIS, que hasta hace poco querían destituirlo, prefieren esperar. Las elecciones seccionales están cerca y su carta vuelve a ser Barrera, cercano al mandatario.

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