Entre falsedades y omisiones

Carlos Freile

Un conocido articulista de opinión escribe en su columna de un diario nacional lo siguiente: “¿Dónde están los pecadores convertidos en herejes, chiquillas que se entregaron por amor pagando su audacia en la hoguera por desafiar a la temible Inquisición, árabes diezmados por cruzados católicos empeñados en masacrar al prójimo con tal de rescatar la tumba de Cristo […] ?” La primera inquietud surge de las varias afirmaciones reñidas con todas las fuentes conocidas y con la opinión absolutamente mayoritaria de los especialistas en los primeros temas, pero que no llegan no digamos a la masa amamantada por la TV y las redes sociales, pero ni siquiera a personas de cultura sobresaliente como el autor de las líneas citadas. No se conoce de “pecadores convertidos en herejes” ni de amantes chiquillas quemadas por haber amado, aunque lo hubieran hecho fuera de las costumbres y las leyes. Si hubiese un solo caso expuesto por estudiosos serios, no por novelistas o guionistas, las investigaciones sobre la Inquisición de los últimos 50 años deberían revisarse, como se revisaron las anteriores, con resultados sorprendentes.

El autor menciona a “árabes diezmados por cruzados católicos”, pero se olvida que los musulmanes asesinaron a miles de personas entre Irán y el Atlantico al expander a sangre y fuego su doctrina; solo en la región de Belén masacraron a treinta mil católicos. Omite que las cruzadas fueron una respuesta, tardía es verdad dadas las circunstancias de la época, a la tremenda invasión islámica previa. Calla que entre el año 650 y 1683 Europa estuvo siempre no solo amenazada sino bajo ataque constante de los musulmanes. No alude a los crímenes de la Revolución Francesa: en un solo día de guillotina murieron en Francia más víctimas que en toda la centenaria existencia de la Inquisición.

Ya cansa la manía de recordar supuestos crímenes cometidos hace siglos y no los más actuales, por ejemplo, los doscientos mil italianos asesinados por los comunistas ya finalizada la Segunda Guerra Mundial. No discriminemos a las víctimas.

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