No creo

Líber Andrade

Que la solución a los elevados casos de femicidio en Ecuador sea discutir y aprobar una Ley Integral de Violencia de Género. La Constitución reconoce el bloque de constitucionalidad donde tenemos varios instrumentos internacionales; la legislación interna posee normas; igual muchas organizaciones no gubernamentales y públicas encaminadas a su protección.

Estimo que es cuestión de verdaderas políticas públicas y que los ecuatorianos asumamos roles sin exclusión alguna; sin perder de vista nuestra acrisolada y a veces defenestrada cultura venida a menos en la última década, donde si bien tuvimos una presencia importante de mujeres en todas las áreas de la agitada vida ecuatoriana, siempre hubo un control desde el gobernante machista que limitaba su accionar porque no podía opacarse su presencia.

Las leyes y acciones afirmativas son necesarias, pero deben tender a un justo equilibrio y no un apasionamiento desde y fuera de las funciones del Estado; porque ejemplificando, se ha dejado fuera de casa a la pareja; en tema de alimentos el padre probar sus ingresos económicos y sin importar su otra familia le aplican una tabla desproporcional; ciertos medios televisivos con programaciones machistas, sexistas y observándose fácilmente como quitarle la vida a la pareja; en ciertos hogares integrados o no, el grito, aquí mando yo (él o ella), agresión psicológica, física y sexual; sumado a estos elementos, otros como alcohol, drogas, prostitución (hombres y mujeres); sin pasar inadvertido delitos como narcotráfico, agresión sexual en todas las formas y, la moda: el funcionario público o jefe cometiendo actos de corrupción. Reflexionemos, la solución está en la persona, familia, sin importar si eres rico o pobre, descubriendo los valores que se están perdiendo dentro y fuera de casa.

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