Marca personal

Roque Rivas Zambrano

Hay momentos en que el trabajo de los periodistas me transporta a una escena de ‘Tiempos Modernos’, en la que Charles Chaplin intenta realizar sus tareas a una velocidad que lo sobrepasa. Abrumado por la rapidez con la que funciona la cadena de montaje, él -obrero que se dedica a ajustar tuercas en una fábrica metalúrgica- enloquece.

La tecnología ha provocado que los profesionales se vuelvan autómatas: escriban por rellenar espacios o no dediquen tiempo a la investigación de los temas ni a la revisión de los productos finales. El resultado se refleja en notas “hechas en serie”, donde los lectores no pueden identificar un nombre o estilo.
Sin embargo, en este caso, la solución puede estar en la misma causa del problema. Según un artículo, publicado en el portal de ijnet.org, “en la era de las redes sociales, los periodistas, especialmente cuando empiezan, son cada vez más alentados a desarrollar y perfeccionar una marca personal en muchas plataformas”.

La correcta utilización de redes sociales asegura un contacto directo con la audiencia y abre múltiples posibilidades. El texto citado menciona el caso de Liz Plank, periodista de Vox.com, conocida por su entrevista con Justin Trudeau, primer ministro de Canadá, y su activismo en temas de género. Fue nombrada por ‘Forbes’ entre los 30 menores de 30 en los medios de comunicación. Tiene una presencia activa en Twitter, Facebook, Google +, LinkedIn y Snapchat.

Corinne Podger, entrenadora de periodismo móvil, explica que aunque puede ser agotador estar pendiente de todos los perfiles, es fundamental “encontrar el equilibrio adecuado entre compartir información personal y profesional en línea”. Esto garantiza la construcción de una marca personal útil, tanto para los lectores como para los empleadores.

[email protected]