Podredumbre e inmoralidad

ZAMBRANO ANDRADE

Nada es más subversivo contra el orden social, que una justicia corrupta, porque nada crea un sentimiento más grande de frustración que una justicia corrupta.

La corrupción existe en todos los niveles de nuestros Estados y por supuesto la Justicia no podía ser la excepción, es necesario que esté corrompida para poder corromper las demás instituciones, de lo contrario hubiesen sido sentenciados muchos de los que hoy lucen honorables miembros de los gobiernos o también hubieran sido desacatados innumerables fallos judiciales cuando el resto de las instituciones gubernamentales hicieran caso omiso de esos fallos.

El amañamiento de juicios, absoluciones injustas, condenas de inocentes, secuestros de expedientes, etc., es de todos conocidos, lo que sí es necesario resaltar es el alcance político y social de esta situación. Cuando una persona acude al templo de la justicia está depositando en las manos del juez su razón y sus derechos, y cuando es defraudada sólo siente indignación, coraje y la interna necesidad hacerse justicia por sí mismo.

Cuando ese sentimiento se traslada del individuo a la sociedad los resultados son imprevisibles pero de todas formas dañinas, pero los corruptos son desalmados y capaces de producir cualquier consecuencia nefasta para quedarse con la plata que no les pertenece. Al prostituir la justicia estamos condenando a muerte a la democracia y esos son los enemigos a deshonrar. El evitar problemas aceptando el estado de cosas sólo producirá consecuencias mucho más dolorosas después, para uno mismo y para toda la sociedad. No existe alternativa, o derrotamos la corrupción o la corrupción terminará acabando con todo y con todos. La corrupción como uno de los lastres sociales más pesados durante centurias, lo que también propició el dominio de quienes utilizaron la falta de democracia y de alternativa, así como la corrupción en todas sus facetas, como sus armas más efectivas y contundentes para obtener y detentar el poder. Datos estadísticos señalan al país entre los que tienen niveles muy elevados de corrupción Transparencia Internacional ubica a esta nación con una calificación reprobatoria.

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