Salvatore Foti
El mejor lugar para entender a la política y pseudopolítica del país es hoy más que nunca la torre de control de Tababela, desde donde despegan y aterrizan aviones que diferentes personajes ilustres han querido abordar desesperadamente.
Fue al aeropuerto de la capital que llegó Carlos Pareja, quien, sin pedir nada a cambio y de manera absolutamente desinteresada, se entregó a la Policía. Fue desde la torre de control que observamos cómo el ahora colaborador de justicia bajó en medio de fuertes medidas de seguridad y en compañía del presidente de la Asamblea, José Serrano, lo que deja claro a los que tienen honestidad intelectual (más que nada dos dedos de frente), que se trata de un caso político antes que de un caso judicial.
Pero también hubo quien, desde allí, quería dejar el país, como el exfiscal Chiriboga, interceptado en Tababela justo antes de irse de “vacaciones” a Colombia.
El exfiscal jura que no iba a viajar (a pesar de haber adquirido los tiques y quedó indignado por el operativo desplegado por la Policía Nacional, pues él solito iba a hablar con Carlos Baca, quien anteriormente lo había convocado para que aporte más datos sobre el caso Petroecuador.
Tababela, también en este caso, dio otro indicio de cómo la situación política y la judicial en el país están perniciosa y absolutamente vinculadas.
El único que no llegó a Tababela (aparentemente ya salió del país) es Ramiro González. No sabemos si tenía tique y asiento asignado, pero de que no asoma no asoma y si hubiese asomado: ¿adivinen qué? Iba a decir que no iba a viajar.
No sabemos si perdió el avión pero no se preocupen todos los que están viajando en estos días, lo que más tienen es plata y millas acumuladas, además saben muy bien que todo lo que está pasando es pasajero y responde a objetivos políticos que pretenden “cambiar todo para que nada cambie”.
Por último, de Tababela salieron Patiño y Rivadeneira para ir a Bélgica a conversar con Correa y les aseguro que vale la pena seguir observando los datos que pronto llegarán desde esta privilegiada torre de control, pues dicen que habrá más increíbles sorpresas.