Ayllu Sisari

Luis Fernando Revelo

Con un espectacular evento pleno de colorido, arte, luces, el grupo de danza Ayllu Sisari acaba de celebrar, con la magia maravillosa de la danza, sus 11 años de fructífera existencia, tal como reza su título en idioma kichwa “floreciendo en familia”. Y lo han hecho con un espectáculo de categoría presentado en los tradicionales Martes Culturales que ofrece la Casa de la Cultura de Imbabura.

Allí los jóvenes y los niños prendieron el fuego divino del ritmo, la pauta corporal de la melodía, el milagro del movimiento infinito. Allí los cuerpos, como alguien decía, absolutamente musicales, sintiendo la armonía en el corazón, dejándose poseer por la pasión y el empoderamiento de su arte. Israel Peláez, el director, genial y creativo; los jóvenes, con alma soñadora; los niños, como legendarios guardadores del fuego, como vuelo de abejas preparando la miel de los colmenares.

Lejano está el oriente cuando comenzó a despuntar el grupo. Un 20 de septiembre del 2006 vio su primera luz, con Dña. Silvia Castro y su esposo pusieron todo lo noble de su espíritu para repartir la luz y hacer de la danza, vuelo para los cielos más altos. Cuando lo vieron crecer con erguido tronco, le entregaron la posta a su hijo Israel para que continúe la ruta ascendente.

El grupo además, ha paseado su arte en Perú y Colombia. Más de 20 bailarines se capacitan permanentemente para recibir la ovación leal y merecida. A decir de su director, las coreografías son llenas de colorido, reflejan los diferentes aspectos de la cultura andina, rica en diferencias regionales y étnicas y con la fortaleza de nuestra identidad.

Auguramos éxitos a este puñado de jóvenes que van poniendo muy en alto el nombre de nuestro país. Que en su periplo artístico sigan recogiendo las más odoríferas flores.