Auge y ocaso

Ugo Stornaiolo

El ideario de Alianza País, en 2006, era de sueños y revoluciones: “un sistema político que solucione conflictos, un sistema jurídico estable, independiente y justo, un sistema legislativo con elevado nivel de debate, instituciones que generen confianza, al servicio del pueblo. De eso, nada queda.

Querían “una sociedad que conviva sin violencia, una economía que genere riqueza, pero articulada a procesos redistributivos, incluyentes y solidarios”. Pero, la violencia se generó todos los sábados y la redistribución alcanzó para pocos vivos que se enriquecieron escandalosamente.

“Un país donde funcionen los mercados”, soñaban, “pero no un estado ineficiente. Un país competitivo, sin monopolios ni oligopolios privados” (justo lo que permitieron). “No proponemos seguir a líderes mesiánicos”, decían. Sin embargo, el líder despotrica desde Bélgica y hace daño.

Fue un movimiento inorgánico, populista y mesiánico. Ecuador fue gobernado por una gallada de delincuentes que se robaron los fondos públicos (más de 40 mil millones de dólares, calculan) por falta de controles. Las reformas del correísmo impidieron a la Contraloría hacer exámenes previos de obras, sobre todo en emergencia. El Contralor también llevó su parte.

Fue la revolución del autoritarismo y la corrupción. Pero los operadores de ese sistema siguen en las instancias ejecutiva y legislativa. “Todos los Caminoscas conducen a Glas”, dicen las redes sociales. Sin embargo, el segundo mandatario –sin funciones- dice que lo persiguen. En el propio gabinete piden su renuncia, pero, el círculo correísta aún lo protege.

Moreno sabe que Glas es parte de la gallada corrupta que puede poner en riesgo su cargo y sabe que para descorreízar el país debe limpiar su gobierno de los AP. Su futuro depende de lo que haga con Glas y su “círculo corrupto”. Desde Bélgica (incluso en el Ecuador, aún hay incautos que repiten las “correadas”), se habla de traición a los ideales y principios (¿Cuáles?). AP y RC están en el ocaso, pero van a seguir dando coletazos.

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