41 galones de licor artesanal decomisados en el sur de Quito

OPERATIVO. El domicilio donde se comercializaba el licor artesanal fue intervenido el último domingo.
OPERATIVO. El domicilio donde se comercializaba el licor artesanal fue intervenido el último domingo.

El operativo se efectuó gracias a denuncias de la ciudadanía. El licor no tenía registro sanitario.

Todo el puro que cargaban en una camioneta fue a parar en un destacamento policial del Distrito Eloy Alfaro. Los uniformados confiscaron el licor artesanal mientras lo bajan del cajón de un vehículo para almacenarlo en un inmueble sitiado en Santa Anita, al sur de la ciudad.

El líquido estaba embazado en recipientes plásticos y hasta en fundas.

El teniente coronel William Córdova, comandante del Distrito Eloy Alfaro, aseguró que el licor no tenía registro sanitario y que se comercializaba al margen de la Ley. Agregó que esa sustancia puede causar daños nocivos a la salud de las personas, pues se lo fabrica artesanalmente en sitios clandestinos que no cumplen las normas mínimas de aseo.

El jefe policial precisó que en total se encontraron 36 galones de un líquido transparente y otros cinco de licor de colores.

Los responsables de este negocio no presentaron ninguna documentación sobre la procedencia del producto.

Alerta ciudadana

El uniformado agregó que la denuncia de los ciudadanos fue clave para que la Policía termine con ese negocio ilícito.

Los moradores se cansaron de que su barrio tenga una cantina camuflada y avisaron a la Policía sobre la irregularidad.

Los agentes de servicio urbano montaron vigilancia y descubrieron que quienes comercializaban el producto se abastecían los domingos.

Con ese antecedente, este fin de semana pasado los agentes esperaron que llegue el cargamento para confiscarlo.

El operativo se ejecutó con personal de la Intendencia de Policía.

En el inmueble se hallaron fundas plásticas grandes de botellas plásticas pequeñas que es donde supuestamente se envasaba el licor para luego sacarlo a la venta.

La intervención de los uniformados no dejó personas detenidas, sin embargo, quienes vendían el licor sí fueron advertidos sobre el perjuicio que el negocio ilícito estaba ocasionando en la salud de los consumidores. (FLC)