La tarea de verificar

Roque Rivas Zambrano

Uno de los poderes que tuvo la prensa es el de la credibilidad. Que una información fuera publicada en un diario se convertía en sinónimo de verdad absoluta. En la actualidad, con Internet lo que se difunde es puesto en duda por los lectores, que están a un ‘clic’ de obtener más datos de los que les dan los medios tradicionales.

Aunque nada parece mejor que contar con un millón de resultados en una búsqueda, la sobreinformación es abrumadora. Este panorama ha hecho que la palabra verificar se convierta en una aliada del periodismo moderno. El ‘fact checking’ es una tendencia entre los medios alternativos.

El término, que hace referencia a la labor de confirmar y comprobar los hechos y datos, no es tan nuevo como parece. Ya en el siglo XX, redacciones estadounidenses contaban con equipos dedicados a esta tarea.

Xabier Fole en un texto publicado en 2012 en el portal Fronterad, cuenta su experiencia en la redacción del New York Times:

“Mi función durante aquellos meses sería la de ejercer como ‘fact-checker’… Todos aquellos que escriban para el Times deben someter sus trabajos a una investigación sobre los datos que aparecen en ellos… Basándose en fuentes fiables, documentos oficiales, enciclopedias, agencias de información y otros medios, los fact-checkers deben de comprobar que cada fecha, lugar, nombre, ley o cualquier otro hecho que aparezca en el artículo es completamente veraz”.

Este ejercicio imprescindible ha inspirado cientos de iniciativas periodísticas a escala mundial. En julio, según ‘Clases de Periodismo’, 190 periodistas de 54 países compartieron sus experiencias en el Global Fact Checking Summit en Estados Unidos. Perseguir la verdad siempre fue –y seguirá siendo– una de las obsesiones del oficio…

[email protected]