Cambio en la comunicación

Kléber Mantilla Cisneros

Las políticas públicas son las mismas del correísmo. Lo que cambió es el contenido del sistema de comunicación y el manejo del lenguaje político: la propuesta de diálogo en la sociedad civil reemplazó al estilo caudillesco, agresivo, prepotente y autoritario que perduró durante una década. El envío a la cárcel de Jorge Glas y sus secuaces confunde a la opinión pública sobre la estructura de corrupción pública enquistada en la esfera gubernamental.

El pago de impuestos está como en el primer día. No tiene razón de ser hasta que no se haga una rendición de cuentas y se detalle el fracaso público. La implementación de una consulta popular para exterminar la reelección indefinida y agraciar a diversos grupos, se percibe como un sutil maquillaje demagógico. Siete temas que se podrían concretar vía reformas parlamentarias o decretos ejecutivos intentan reinterpretar el híperpresidencialismo y democratizar varios aspectos del juego del poder.

Estados Unidos no dio su beneplácito a Alexis Mera, el exconsejero permanente de Carondelet, para embajador. Tal vez, esa potencia mundial percibe que falla la libertad de expresión desde hace una década, que el comercio en el exterior está plagado de contradicciones o que no existe división de poderes en una pretendida república.

Lo extraño es la supuesta unidad con la derecha ideológica y la municipalidad de Guayaquil para realzar las festividades. Esto junto al anuncio en el ático belga en torno a la fragilidad de la salud del presidente y la guerra para colocar vicepresidente a cualquier costo.

Los mecanismos para una dictadura sin controles ni auditorías perduran pese a que ronda una atmósfera de hartazgo. El lagarto estatal que devora a la clase media y cualquier iniciativa productiva. No hay libertad de empresa, tampoco un escenario para invertir en microempresas porque es difícil competir sobre esa estructura impositiva descomunal implementada por el correísmo. Nadie olvida el endeudamiento público y el despilfarro que hasta ahora no ha sido evaluado ni reclamado.

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