Su exmovimiento político

Salvatore Foti

Por fin está llegando el momento en que Moreno y su equipo ya no podrán seguir guardando las apariencias. De hecho, la reciente ratificación de prisión para Jorge Glas solo sugiere que se acerca el momento de dar el golpe más importante, reservado para el excompañero Rafael Correa.

Además, ya es tiempo de que nos iluminen con las milagrosas declaraciones de Capaya a quien todavía no lo han querido explotar mediáticamente y le han postergado para que rinda sus declaraciones en más de una ocasión, pues está en el país desde agosto y, a la fecha, no ha dicho nada.

Pero tranquilos, el momento es propicio, pues empezó oficialmente la campaña por la consulta popular y el ‘seguro’ triunfo del ‘sí’. Otra apariencia que tampoco podrán guardar es el divorcio tajante e irremediable entre el Ejecutivo y su explataforma política, AP, que tiene un discurso adverso a la postura de Moreno e incondicional a Correa, quien pronto volverá a Ecuador para promover el ‘no’ en la consulta y reunir las firmas para una nueva Constituyente
Esto volvería más nerviosos a sus adversarios, quienes deberían hacer frente a un escenario imprevisto y, peor aún, impulsado por el exmandatario, a quien consideran, conveniente y apresuradamente, totalmente fuera del poder. Las únicas verdades que todavía logran mantener escondidas son las razones que obligaron a Moreno a tomar el camino más difícil para salvaguardar su presidencia. Un camino que lo mantiene relativamente libre de Correa, pero prisionero de otras alianzas y juegos de poder.

Moreno escogió el riesgo de buscar una nueva mayoría y una nueva fuerza política que lo apoye en la Asamblea Nacional y en la cercana consulta, yendo en contra de sus partidarios. En lugar de quedarse gozando de popularidad y de la mayoría incondicional de AP y sus aliados de siempre.

Un juego de azar que no deja margen de error ni tampoco la posibilidad de salir perdiendo en el enfrentamiento con el exmandatario y su exmovimiento, los que si llegasen a ganar la consulta, no dudarán en arremeter con todo. La lucha responde a intereses y a razones que aparentan ser muy personales.

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