MESÍAS MESTANZA SOLANO
Como antecedente diré que toda cirugía tiene sus riesgos inesperados, ya que ningún organismo es igual a otro, aunque se hayan seguido todos los protocolos dispuestos por la OMS pueden haber casos extremos como cuando se opera en un consultorio médico que no tiene los permisos correspondientes, medicina ni instrumental suficiente, pero si fuera de esto sucede lo inesperado, no podemos echar la culpa al profesional médico, toda vez que las normas de confianza, credibilidad, preparación, experiencia y prestigio de aquel profesional las determina el paciente.
Mas ahora todo lo que puede pasar sin culpa alguna del profesional, se ha convertido en un verdadero calvario para el galeno, al que lo enjuician sin razón y solo con el protervo ánimo de obtener cuantiosas cantidades de dinero, lo que ha motivado a que los galenos ya no quieran operar o a contratar seguros contra riesgos para no verse involucrados por la aplicación del Art. 146 del COIP, pero ahora ventajosamente la Corte Nacional de Justicia aclaró esta norma en el sentido de que la infracción de homicidio culposo simple se configura por inobservancia del deber objetivo de cuidado, cuya pena será de 1 a 3 años, y además por la concurrencia de las acciones innecesarias, peligrosas e ilegítimas la pena será de 3 a 5 años, lo que quiere decir que ninguno de los médicos estará incurso en esta infracción si no se cumple estrictamente todos aquellos presupuestos, caso contrario no hay delito.
Pero claro aparte de lo expresado y en las condiciones legales anotadas, los médicos que entran a una operación a pesar de su preparación, especialidad y cumplimiento del haber objetivo de cuidado, siempre estarán estresados y preocupados, lo que puede ser motivo de cualquier error que a la postre causará perjuicio al paciente. Sería importante para iniciar una operación, saber el grado de preparación del profesional, además que cuente con una clínica reconocida, personal suficiente para obtener un resultado positivo y si a pesar de esto ocurre algún incidente, aquello será propio del riesgo que puede ocurrir en toda cirugía; entonces debemos entender que no todo es culpa del galeno, y, fiscales y jueces deben tener claro este particular para juzgar las acciones de los médicos.