Agricultura y democracia

POR: JORGE ZAMBRANO ANDRADE

El Ecuador lleva 20 años de estancamiento, confusión y aumento de la pobreza. Durante la década perdida de los años 80. El número de pobres aumentó a más de 8 millones. Durante el mismo lapso otros países crecían a un ritmo del 5% anual.

Esto se debe a que en Ecuador nunca existió el Estado de Derecho sino un Estado legal con economía mercantilista y hasta feudal, causantes de la corrupción, en la que los intereses de pocos prevalecen por sobre los derechos de todos los agricultores, tomando como alcahuete al mismo estado.

Este estado legalista es contrario al estado de derecho, y la constitución y las leyes son interpretadas, solo para cumplir protervos fines, olvidándose lo que ella esgrime.

Hay que predicar con ejemplo: la democracia es algo más que depositar un voto para elegir de los malos el peor cada cuatro años y luego de elegidos es el gobierno de unos cuantos contra todos.

El Ecuador tiene él deber de rescatar la deuda contraída con el sector agrícola, origen y futuro de nuestra economía y con casi 6 millones de portadores de deficiencias. Más grave que la inmune deficiencia adquirida es la humano deficiencia regalada.

La nueva democracia tiene que parir un acuerdo profundo y duradero entre la política y la agricultura, por que solo cuando los políticos sepan algo de agricultura y los agricultores algo de política el Ecuador será otro.

El reto para Ecuador es efectuar una gran transformación del agro, desde luego en un contexto de democracia creciente, pluralismo político y contiendas electorales entre diferentes partidos políticos.

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