Falso Prometeo

Pablo Escandón Montenegro

Prometo burló a Zeus con la carne, los huesos y la grasa para los sacrificios en honor de los dioses; a ellos los burló y les dio a los hombres el fuego. Luego, Zeus lo torturó en el Cáucaso: un buitre le devoraba todos los días su hígado, que se restituía por las noches, y a la mañana siguiente el ave hacía su trabajo hasta que Hércules lo salvó de esa tortura.

En nuestro país Prometeo no es un mito, es una realidad traumática para quienes tuvimos contacto directo con ellos, pues no crearon escuela de investigación, tan solo se sirvieron de la plataforma institucional para conocer el país, para ahorrar y para luego ubicarse en una universidad pública y saltar hacia fuera del país con trabajo seguro, pues de los que conocí, ninguno tenía trabajo fijo como académico en su país.

Hubo honrosas excepciones, que como sí tenían trabajo en sus países, su intención no fue burlarnos ni burlarse de nosotros. Pero los otros sí fueron prometeos que se burlaron de todo y ahora el gran falso Prometeo está haciendo un encuentro de educación superior, de políticas transformadoras, de innovación tecnológica, como si legado con Yachay, IAEN e Ikiam no fueran suficientes.

Ahora se juntan en Ciespal, en donde a Prometeo no le devoran el hígado, porque no es el verdadero, sino que nos picotea a todos la cabeza, los ojos y las manos, y se sigue burlando de hombres y mujeres hablando de autonomía universitaria, ciencia, tecnología y emancipación.

Que ahora se junten quienes sumieron a la educación superior en la más grande crisis para darnos más cátedra es hacer que el verdadero Prometeo regrese a pedir gritando que el buitre lo devore. Prometeo sufrió por su regalo a los hombres. Este falso Prometeo no sufre, goza y se vanagloria con su séquito de “grandes pensadores”.

@pabloescandon