El concierto de la banda estadounidense dejó satisfechos a los fanáticos que coparon la Estación de Cristal de El Teleférico.
Anthrax cumplió las expectativas que había generado el concierto en la fanaticada metalera. El escenario armado en la Estación de Cristal de El Teleférico soportó el peso de 36 años de trayectoria musical que lleva esta banda estadounidense.
Los legendarios exponentes del ‘Thrash Metal’ tuvieron una impecable presentación la noche del último miércoles con un público que copó aproximadamente el 95% del aforo. La gente salió exhausta y algunos con sus largas cabelleras alborotadas. A muchos no les importó el implacable frío y se despojaron de sus camisetas para exponer sus ‘lienzos humanos’ gravados con tatuajes.
El calor que generó Anthrax fue suficiente para encender el ‘infierno’ a 3.117 metros de altura, en Quito. Con esta presentación, la agrupación finalizó su gira sudamericana denominada ‘For All Kings’, que precisamente da nombre a su último trabajo discográfico.
Energía
EL DATO
Anthrax forma parte del ‘Big Four’ del Thrash Metal integrado por Slayer, Metallica y Megadeth.
La banda ecuatoriana Total Death fue la telonera de AnthraxEl ‘set list’ incluyó 14 temas entre clásicos y de los nuevos. Clásicos como Madhouse, desataron un ‘Mosh Pit’ impresionante en ambas localidades. La gente no dejaba correr en círculo a la velocidad de los riffs que imponían Scott Ian y Jonathan Donais en sus guitarras. El bajo de Frank Bello acompañado de la batería de Charlie Benante expulsaba ‘proyectiles’ por las cajas de amplificación ubicadas en cada costado del escenario.
El carismático Joey Belladona utilizó su tradicional pedestal corto que sostenía el micrófono. Eso le permitía ‘coquetear’ con el público y con sus compañeros de banda. El desgaste de la voz del vocalista por el paso del tiempo fue imperceptible para los fanáticos seguidores de estos ‘dinosaurios’ del ‘Thrash Metal’.
A mitad de la presentación, Scott Ian tuvo problemas con su guitarra. Por eso se vio obligado a cambiar de instrumento por dos ocasiones, pero el eufórico público no fue quisquilloso. La monstruosa participación de Anthrax opacó el contratiempo técnico que sufrió el músico. (FLC)