POR: Rocío Erazo Benavides
Suena distante cuando nos ponemos a hablar de un gran proyecto que es la “era de luz”, más aún cuando no podemos probar si existe o no un propósito trascendente en la creación, si hay o no vida después de la muerte, o si existen o no extraterrestres o potestades del bien y del mal y de existir, si ambas se complementan o no como necesarias para la evolución del alma… Y nos preguntamos si existirá una conspiración en las estructuras de poder que dominan el mundo, para mantener a la humanidad en la ignorancia hasta que suceda algo que cause ese despertar.
Desde el año 2012 la Tierra entró en un gran proyecto, la era de luz. Existen revelaciones que hablan sobre las transformaciones que están ocurriendo en nuestro planeta y en las preparaciones tanto físicas como psíquicas que precisamos someternos para realizar un cambio dimensional.
Según muchas de las canalizaciones, las respuestas sobre la vida y la muerte no pueden ser encontradas en la tercera dimensión, que es el plano de la materialización. ¿Precisamos elevar nuestro nivel de vibración? ¿Cómo? El tener una alimentación natural, sin elementos químicos, vivir junto a la naturaleza, lejos de la polución y de la radiactividad, liberar las emociones bloqueadas y reprimidas, clarificar nuestros sistemas de creencias y eliminar aquellas que no contribuyen para nuestro crecimiento como seres de luz, ayuda y determina, pero tener buenas intenciones es esencial. Y lo que está muy claro, es que cada uno de nosotros tiene un trabajo individual para desarrollar aliado al trabajo de concientización de la humanidad.
Claramente los cuerpos que no refinen sus energías no conseguirán mantenerse encarnados dentro de la tercera dimensión, pues la cuarta dimensión estará instalada, y es la emocional. Pues cada una de las partículas se han alojado en todos los rincones de nuestro planeta trayendo consciencia que es luz. Luz es información, información es amor. Amor es creatividad. ¡El despertar nos espera!