Deberían preocuparse

Salvatore Foti

El mejor negocio de Lenín Moreno ha sido que Rafael Correa se quedara en Bélgica. La mayor parte de su estrategia quiso aprovechar la ausencia del expresidente para alcanzar los objetivos importantes en el ámbito político. Sin embargo, las preguntas de la consulta todavía no están aprobadas y la pugna dentro de Alianza PAIS no logra posicionar a Moreno como su líder.

El regreso del expresidente empeora los escenarios previstos por el oficialismo que ha empezado a presionar para que se aprueben las preguntas de la consulta popular y para que haya más manifestaciones a favor de Moreno.

Es evidente que la agenda ahora la está dictando Correa, pues su regreso a Ecuador ha acelerado el accionar gubernamental. Su presencia resulta demasiado incómoda. Si añadimos que ni siquiera cuando Correa estaba en Bélgica el equipo, tan alabado de Moreno, alcanzó grandes avances sociales.

Correa logrará frenar aún más las aspiraciones de los morenistas y probablemente muchos que se habían alineado con Moreno podrían estar negociando con los correístas para sacar ventajas políticas, quién sabe si a corto plazo. A todo esto debemos añadir que Correa ha empezado con mucha fuerza su campaña electoral.

Su estrategia es visitar todas las ciudades del país para hacer acuerdo de todo lo que logró durante su presidencia, es una campaña a la cual Moreno no podrá substraerse. Según las encuestadoras y todos los que saben de política, iba a ganar con el ‘Sí’ de manera arrolladora. En el caso de perder en dos preguntas sensibles, muchos expertos deberán volver a la realidad.

Otro punto a considerar es la falta de decisión de la oposición, pero pronto deberán decir también ellos si están con Moreno. En este caso Correa podrá hablar de un grupo de derecha Moreno/Lasso y otros partidos ortodoxos de país.

Más de uno debería preocuparse. Al expresidente se le están dando todas las facilidades y todas las oportunidades para crear narrativa y mensaje en la que se anuncia como una campaña del ‘Ni’. O sea, en algunas preguntas ganará el ‘Sí’ pero en otras el ‘No’. Un golpe fatal para la Presidencia y su permanencia en el poder.

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