AUTOR: Jorge Gilberto Zambrano Andrade
Hay algo inquietante y grotesco en el país, modificar el modelo económico basado en el socialismo populista, aplicado en la mayoría de los países de América Latina, lo cual ha provocado el estancamiento económico y ha generado incertidumbre social. La permanencia de un modelo económico que genera estancamiento y concentración del ingreso, hace a un lado las recetas universales y desajusta las estrategias económicas a los objetivos del crecimiento sostenido y a las realidades nacionales.
También, desde que comenzamos a aplicar el modelo impuesto por el Fondo Monetario Internacional, hemos tenido décadas sin ningún crecimiento. Es evidente que algo anda muy mal. Es hora de cambiar, de un modelo dedicado a la estabilización por uno de desarrollo, generando empleos y crecimiento, el modelo económico socialista es un modelo neocolonial.
Son los costos del desvío de la economía en el túnel oscuro del Fondo Monetario, diseñados conforme a las órdenes del Banco Mundial, que nos conducirán al desastre más impresionante de nuestra época. Solo la liberalización del comercio, de los mercados financieros y de la inversión extranjera, reorientando la economía hacia los mercados externos y privatizando las empresas públicas para desregular las actividades económicas, con estricta disciplina fiscal y controlar los desafueros, pero no mediante una reforma tributaria extorsionadora, sino a través de la reducción del gasto público.
Una economía de mercado con un prudente intervencionismo del Estado como rector activo del desarrollo económico, como regulador del comercio exterior, y como promotor del bienestar social mediante leyes laborales y agrarias, que impulsen cambios que permitan un mayor dinamismo económico y la aplicación de planes con una visión de futuro que pongan al país en posición de enfrentar la globalización para no cometer errores.
Equivocación también es retornar al populismo, existe un verdadero riesgo, aunque tenga un cierto encanto, el populismo en América Latina esta de regreso, aquellos gobiernos que llegan con la bandera populista tienen actitudes muy irresponsables, en el manejo de la economía de sus países, aunque se llamen revolucionarios.