Los jóvenes toreros triunfaron en la plaza Belmonte

Ruedo. Mejía, Marcillo, Freire y Albuja a hombros. (Foto; Andrea Grijalva)
Ruedo. Mejía, Marcillo, Freire y Albuja a hombros. (Foto; Andrea Grijalva)
ARENA. Mariano Freire se sumó a la triunfal tarde. (Foto; Andrea Grijalva)
ARENA. Mariano Freire se sumó a la triunfal tarde. (Foto; Andrea Grijalva)

Si el paso de las figuras trajo alegría y emoción a la afición quiteña, la presencia de los toreros ecuatorianos mantuvo el tono triunfal de la feria en una grata tarde de toros que se saldó con el triunfo de los novilleros Mariano Freire, José Andrés Marcillo y de los rejoneadores Álvaro Mejía y David Albuja, quienes lidiaron un interesante lote de reses con los hierros de Triana y Ortuño.

La original función, que inscribió en el cartel a dos jóvenes toreros y dos rejoneadores, llamó la atención de los aficionados que llenaron los tendidos de la plaza Belmonte en Quito, convocados por la preferencia ciudadana por el espectáculo taurino, la comparecencia en el redondel de las promesas del toreo criollo y, claro está, el creciente regocijo propio de las fiestas capitalinas.

Inicio del festejo

El toque del clarín marcó el inicio del festejo y con él la instalación de la verbena en unas gradas multicolores pobladas por residentes y visitantes que se acercaron al recinto. La alegría fue creciendo a la par del entusiasmo de los diestros expresado en animosas faenas en unos casos y labores de alta nota en otros; al fin y al cabo, la aplicación de los noveles coletas de dispares capacidades, encontró un público exultante que retribuyó con creces la apasionada entrega de los muchachos.

Abrió plaza un estupendo novillo de Triana nombrado ‘Caralimpia’ que tomó los engaños con clase y bondad permitiendo el toreo vistoso de Mariano Freire que de capote saludó de rodillas y lanceó a la verónica con aplomo, condición con la que inició su faena de muleta en quietos estatuarios; las cualidades de la res le permitieron correr la mano en varias series por la derecha que derivaron en pases circulares y las manoletinas finales que simbolizaron dos orejas y el premio de una fortísima ovación al bravo astado.

La calidad fue el mayor atributo del corrido en segundo turno que correspondió en suerte a José Andrés Marcillo que, una vez más, mostró su talento y constante progresión. Lanceó a gusto al gran “Asoleado” de Triana que tomó la tela rosa con boyante recorrido, cuatro rítmicas verónicas y un remate preciosista avisaron del linaje del novillo y la destreza de su lidiador. Con la muleta, la faena adquirió categoría en especial cuando manejó la mano diestra en bien ensambladas secuencias con los vuelos de la tela conduciendo las nobles acometidas. El toreo al natural también tuvo fuste como los circulares con que firmó una faena de fina confección bien retribuida con las dos apéndices.

Rozó la perfección

En el apartado del toreo a caballo el jinete Álvaro Mejía rozó la perfección en una labor brillante de comienzo a fin, desarrollada con torería al ejecutar las suertes y certeza al prender los palitroques en lo alto del morrillo de un buen astado de Ortuño.

Conduciendo a Triunfador colocó los rejones de castigo con prontitud y solvencia para torear a gusto más tarde montando a Majestuoso y Torero. Cuarteos, quiebros y batidas se escenificaron en el centro de la arena ofreciendo los pechos de las cabalgaduras al citar, reunirse con el astado a la altura del estribo y prender las farpas en la cima de los lomos del codicioso cornúpeta. Con la yegua Triana se adornó con las banderillas cortas y aseguró las dos orejas como un premio que supo a poco por la jerarquía de la obra.

El que cerró plaza, el caballista David Albuja, se desempeñó con voluntad procurando no desentonar en una tarde en la que sus compañeros de cartel lograron triunfar. Con los jacos Padilla, Capea y Turpial recreó las suertes del rejoneo con vistosidad y, a momentos, con acierto en un quehacer que culminó con la emoción de las banderillas colocadas en la impactante suerte del violín que desembocó el pedido del doble premio.

La tarde se cerró con el cuarteto de toreros aupados a hombros y la parroquia entonando los cánticos festivos que ofrecen identidad musical a la anual celebración quiteña.

Hoy gran cierre de feria

° Esta tarde, a las 15:30, se cierra la Feria del Centenario en la plaza de toros Belmonte en Quito con la realización de una interesante corrida mixta en la que participarán el matador de toros Álvaro Samper, el novillero José Andrés Marcillo y el rejoneador Álvaro Mejía en la lidia de seis ejemplares de la ganadería de Ortuño.

El festejo se completará con la presentación del afamado grupo musical español Raya Real.

Emoción. Álvaro Mejía se adorna con las banderillas cortas. (Foto; Andrea Grijalva)
Emoción. Álvaro Mejía se adorna con las banderillas cortas. (Foto; Andrea Grijalva)
Muleta. Vistoso remate por alto de José Andrés Marcillo. (Foto; Andrea Grijalva)
Muleta. Vistoso remate por alto de José Andrés Marcillo. (Foto; Andrea Grijalva)