Pablo Escandón Montenegro
Tener una app o aplicación para el celular no es nada novedoso, pues las hay para comprar comida, para divertirse, para pagar servicios o hacer transacciones bancarias. Pero que exista una aplicación móvil para el sector de la cultura sí lo es, pues nadie lo había pensado.
El Teatro Sucre y su red de teatros quiteños cuentan con una aplicación móvil para comprar entradas en línea. ¿Es esto una novedad? Sí y no.
Sí, porque ninguna institución aparte de los cines tienen un servicio igual para adquirir entradas, informarse de la programación y algo muy útil: no tener que salir del sitio donde uno está para comprar el boleto.
La movilidad en comunicaciones soluciona problemas de tiempo, fundamentalmente, y ayuda a que el tránsito disminuya en ciertos momentos cuando existen actividades culturales de trascendencia.
No es una novedad, porque la compra en línea y las aplicaciones para este tipo de servicios ya existían desde hace tiempo, pero lo importante de esta iniciativa quiteña es que dejaron de estar pegados a una tercerización que los mezclaba con toda la programación de Quito y del país.
Entonces, tener una app móvil que se llama ‘Desdel Teatro’ es completamente acertada, pues el usuario, principal beneficiado de esta iniciativa digital, puede consultar la cartelera, comprar su sillón o butaca, y lo más cómodo, sin salir de su espacio laboral o de vivienda, sin tener que hacer filas o esperas para entrar.
La comunicación móvil nos da soluciones, no es la panacea pero ayuda a mejorar los servicios y a entregar información útil a usuarios precisos. Las aplicaciones en celulares no tienen una finalidad masiva, sino que atienden a esas personas que se interesan por la institución o por la actividad, es decir, ya no es la masa, sino el público real que consume, disfruta e interactúa.
Ojalá las apps culturales se llenen de contenido y los ciudadanos podamos contar con aplicaciones integrales, de servicio y conocimiento. Este es el mejor regalo por fiesta de Quito: comprender la cultura digital.