Francisco amazónico

Sara Serrano Albuja

Cuánto nos hace falta ampliar la mirada, oxigenar la mente y el corazón e intentar no reducirnos a los temas de siempre y las rutinas del pensar y el hacer. Los pueblos originarios y su cultura tienen mucho que enseñarnos: “mirar el mundo, desde su perspectiva, se ve más fraterno y se ve más bello”, es la convicción de monseñor David Martínez dicha al papa Francisco en Puerto Maldonado del Perú.

El papa Francisco, acogido en un coliseo repleto de comunidades amazónicas ataviadas con lo mejor del plumaje y colorido de su naturaleza, con sus voces auténticas y sus rostros de luz es un hito histórico y un poderoso mensaje de acción y esperanza. En sus lenguas y con sus propios sentires y tradiciones, algunos indígenas amazónicos citaron la encíclica ‘Laudato Si’, como susurro de instrumentos selváticos que claman: “Para ellos la tierra no es un bien económico sino don de Dios y de los antepasados que descansan en ella. Un espacio sagrado con el cual necesitan interactuar para sostener su identidad y sus valores”.

Literatura, pintura, artesanía, saberes, tradiciones se presentaron como mensajes y ofrendas. La biodiversidad y cultura maravillosas de esos territorios amazónicos fueron realzados por el Papa Francisco refiriendo la palabra de Dios dicha a Moisés: “Quítate las sandalias porque el suelo que estás pisando es una tierra santa”. Hay joyas para la conciencia y el hacer que Francisco dijo en su periplo por Chile y Perú.

A los pueblos originarios de la Amazonía les dijo: “Ustedes son un grito a la conciencia”. “Ustedes son memoria viva de la misión que Dios nos ha encomendado a todos: Cuidar la casa común”. Cuán diferente a la demagogia es el diálogo que propone Francisco. Un diálogo basado en el reconocimiento y respeto de derechos, lenguas, tradiciones para transformar las relaciones de exclusión. “Quienes no habitamos estas tierras necesitamos de su sabiduría para adentrarnos sin destruirla”.

Francisco destacó las iniciativas para que los propios pueblos originarios sean los guardianes de los bosques y que esos recursos sean para su comunidad.


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