Un buen candado

Rodrigo Santillán Peralbo

El triunfo del SÍ en la consulta popular no es la solución de los graves problemas de este país endeudado hasta la coronilla con la consecuente crisis económica, con el 60% de desempleados, con una monstruosa red de corrupción montada durante la ‘década ganada’. El SÍ no es la puerta al paraíso y peor con un gobierno acosado por el correísmo y las derechas ansiosas de poder político.

Con el SÍ, la megalomanía correísta ha sido derrotada. El pueblo ha rechazado mayoritariamente la reelección indefinida, pero nadie debería afirmar que Correa es un cadáver insepulto porque en realidad hay muertos que cargan adobes y que reviven al vaivén de políticos inmorales y al soplo de fanáticos corruptos que deben haber votado por el NO, lo mismo que los violadores y abusadores sexuales de niños, niñas y adolescentes o los ciudadanos que votaron NO ‘para que no vuelva Correa’ y para que el Cpccs “no siga haciendo de las suyas”

El pueblo se ha pronunciado categóricamente en contra de Correa. El constitucionalista Rafael Oyarte dice: “Si crees que la reelección indefinida quedó totalmente eliminada, es porque no sabes que una Corte Constitucional puede dictar un fallo “a la carta” diciendo que impedir posteriores candidaturas de quien ya ha ejercido el cargo es violarle sus Derechos Humanos. Eso ya pasó en Bolivia (contra decisión expresa de una consulta popular) y también ha ocurrido en Honduras, Nicaragua y Costa Rica. Si no pueden con la voluntad ciudadana, los políticos buscan sus ‘jueces’ sumisos, amistosos, deudores, etc., preocupados por ‘servir’ intereses y no guardar la Constitución y los derechos de las personas”.

Se requiere un buen candado constitucional que impida que un juez o tribunal, por ningún motivo o circunstancia, tuerza la voluntad popular.